Con motivo de la sexta edición del Festival de Comunidades Extranjeras, Querétaro congregó a 60 comunidades de cuatro continentes (América, Europa, Asia y África), cuyos nativos pusieron estantes en el Parque Bicentenario, donde expusieron comida, artesanías e información turística de sus países de origen.
Desde el 7 de febrero al 3 de marzo se realizan diversas actividades, a fin de generar un espacio de expresión artística, cultural, étnica y social de migrantes internacionales que moran en la entidad y cuyo número asciende alrededor de 10 mil que radican en la demarcación.
Durante el festejo participaron 21 países del continente americano, 20 de Europa, nueve de Asia y 10 de África, cuyos habitantes formaron parte de las actividades culturales que se realizaron como: exposición artística internacional, ciclo de cine Internacional, tradicional desfile “Caravana Internacional”, conferencias magistrales muestra gastronómica, exposición artesanal y promoción turística de los países.
Irma Hirata Yamamuro, mexicana de descendencia japonesa, todavía recuerda que sus abuelos marcaban su destino: “mis cuatro abuelitos llegaron al norte de México por protegerse de la guerra, soy la tercera generación de japoneses en México; pero sigo conservando mucho de mis raíces”. Los padres de Irma también nacieron en México, su padre en Nogales y su madre en Ensenada.
Aseguró que fue un motivo negativo por el cual sus familiares migraron de Japón, “pero si escogieron este país fue por la bondad que hay en él”. Hirata Yamamuro platicó que sus abuelos aterrizaron en México cuando eran apenas unos jóvenes; orgullosa relató que cada uno llegó por las mismas circunstancias pero por su propia cuenta, “llegaron jóvenes, se conocieron en México, se casaron y vivieron aquí hasta morir”.
Para Irma, tener la riqueza de las dos culturas ha sido su mayor satisfacción, pues reconoció que “me da mucho gusto tener de las dos raíces, ser medio japonesa y medio mexicana”; detalló que lo que más aprecia de la cultura mexicana es la efusividad con la que le gente demuestra su afecto, aspecto que —dijo— le falta la japonesa, de la cual venera valores como el respeto y la honorabilidad.
Dijo que aunque nació en México, sus raíces japonesas predominan un poco más, debido a que la formación que recibió fue oriental, pues desde niña acudió a escuelas de dicha comunidad. Actualmente, Irma tiene un hijo al cual le ha infundido el amor por ambas culturas y por ambos países. Ella se desempeña como maestra de idiomas en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
Eduardo Xicará Chávez es oriundo de Guatemala; el hombre dedicado a la venta de artesanías guatemaltecas —quien participó en el festival cultural— expresó sentirse muy contesto de ser pate de un evento que propicia la afusión de aspectos culturales, así como de hacer negocio con otro países; dijo que ha mantenido pláticas con otras comunidades extranjeras, mismas que han mostrado interés en comercializar sus productos en otros países.
Asimismo, Xicará Chavéz explicó que llegó a Querétaro desde hace treinta años, pero tan sólo un año después cambió de residencia a la ciudad de México; relató que con ocasionalmente viene a la entidad y que con cada visita se sorprende del crecimiento de la ciudad.