Una decena de niños juega en una cancha de futbol enrejada, exactamente junto a un terreno donde cuatro calderas gigantes, llamadas tambores de coque, se instalaron momentáneamente el día de ayer al no contar con el permiso necesario para continuar con su circulación por las carreteras estatales de Querétaro.
Espectáculo inusual, atracción única –o por lo menos que no se repetirá dentro de muchos años- para los habitantes de la comunidad El Pintillo, en Santa Rosa Jáuregui, así como para los curiosos de localidades cercanas, que no pierden la oportunidad para caminar hasta el predio que se ubica sobre la carretera Montenegro-Pintillo para saber de qué se trata, qué son tan enormes artefactos que llegaron ahí gracias a la empresa transportadora, Eseasa Construcción S.A. de C.V. y que frenaron su avance ante los requerimientos de la Unidad Estatal de Protección Civil.
Adultos y niños por igual arriban al terreno impresionados por las dimensiones de cada una de las calderas estacionadas. Algunos pequeños suben con ayuda de sus papás a las orillas de las plataformas para ser retratados con sus teléfonos celulares junto a los inmensos tambores de coque que fueron armados en España, embarcados con destino a Tampico, Tamaulipas, por vía marítima y que han cruzado gran parte del país por carretera a una velocidad de cuatro kilómetros por hora, con la intención de llegar a su destino, la refinería de Tula, Hidalgo.
Un traslado que ha requerido un año hasta la fecha y que todavía no termina.
Un recorrido que por sus mismas dimensiones ha provocado complicaciones a su paso y al entrar a Querétaro el día de ayer, procedentes de San Luis Potosí, no fue la excepción por lo que fue necesario que se estacionaran y pasaran la noche en la comunidad de El Pintillo.
Descansan transportistas
No hay ninguno de los choferes que operan los trailers y plataformas.
Sólo un par de personas de Eseasa Construcción están al pendiente de las enormes calderas. “No se las vayan a llevar”, comentó uno de ellos en forma de broma.
Sin proporcionar su nombre, el empleado explicó que todos los choferes se fueron a descansar, para aprovechar el tiempo que se mantendrá detenido su recorrido en Querértaro luego de 24 horas de no descansar en carretera.
Descanso merecido para ellos que se generó por la falta de permisos que requiere la empresa transportista para continuar su camino. Sin embargo, el tiempo de estancia en El Pinto es aún incierto.
“Todo depende de los permisos para circular, como podemos salir mañana en la noche como podemos pasar más tiempo aquí”, señaló.
En total serán ocho calderas las que se trasladarán a Tula, de las cuales cuatro pasaron la noche en El Pinto y las otras cuatro siguen en San Luis Potosí.
El empleado recordó que los tambores de coque fueron armados en España y posteriormente embarcados a México, a Tampico, desde hace un año, además de la empresa que los adquirió que no fue Pemex.
“La empresa ICA son los dueños de esto, ni Pemex porque son socios pero fue ICA la que compró las caldera. Ya es un año desde su embarcación en España, ahí las fabricó la empresa Idesa Ingeniería y Diseño Europeo y se trasladaron por mar”, platicó.
Cada tambor de coque mide 10.5 metros de diámetro, 41 metros de largo, con un peso de 565 toneladas.
La cifra de personas que se dan cita al lugar aumenta. Un par de amigos llegan, cada uno con una cerveza en la mano para enterarse de lo que ocurre. Sin embargo son más niños y padres de familia los que se acercan junto al campo de futbol, donde a una decena de niños les importa más su balón, que ir al terreno de junto para tomarse su foto con las gigantescas calderas que han invadido por tiempo indefinido, su comunidad.
Sin permiso, no avanzarán
Hasta que no presenten los permisos para transitar en las carreteras estatales las calderas se quedarán ahí en El Pintillo, a la altura del Libramiento Noreste, y no podrán circular según informó el titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil, Gabriel Bastarrachea Vázquez.
“Es importante mencionar que hasta que no tengan los permisos, no se van a poder efectuar las maniobras, cuándo va a ocurrir, hasta que la empresa Pesado Transport los pida a la Comisión Estatal de Infraestructura (CEI) y, asimismo, obtenga la autorización por parte de Protección Civil del Estado”, enfatizó.
Precisó que los requisitos que está pidiendo la CEI son los seguros y el compromiso toda obra o infraestructura estatal sea rehabilitado o reconstruida durante su paso, así como que a las coordinaciones municipales de Protección Civil les entreguen los protocolos de actuación en la trayectoria que corresponde a cada localidad; señaló el funcionario estatal.
“No se va a tocar zonas urbanas, lo único que se va a hacer es recorrido por periferia para afectar a la población lo menos posible”, debido a que se tiene programado el recorrido de las calderas por vialidades de los municipios de Querétaro, El Marqués, Tequisquiapan y San Juan del Río para llegar a la refinería de Tula, Hidalgo.
Por otro lado, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) recordó a los automovilistas que del 7 al 21 de marzo, cuando se tengan ya los documentos necesarios, las calderas comenzarán su traslado en horarios nocturnos en contra flujo en la autopista México-Querétaro, dirección hacia la Ciudad de México, del kilómetro 159 al 56, con motivo del paso de carga sobre dimensionada.
El transporte ocurrirá de las 22:00 horas hasta las 06:00 horas a lo largo de la autopista y la circulación quedará totalmente restablecida el 22 de marzo.
Para garantizar la seguridad de los usuarios y que la circulación vehicular sea afectada en la menor medida posible, se colocará señalización preventiva suficiente y se contará con el apoyo de agilización de tránsito vehicular por parte de la Policía Federal.