La Maderería Ortega abrió sus puertas en 1940, en la zona centro de la capital de Querétaro y 20 años después se cambió al barrio El Tepetate, donde aún subsiste.

Felipe Chávez Moreno es el actual encargado y dijo que su suegro fue el fundador de este negocio, que para él ha entrado en una espiral descendente desde hace cinco años.

“Esta maderería empezó más o menos en 1940, en la calle de Morelos, en el centro. Ahí estuvo más de 20 años. Después, por el desarrollo de la ciudad, se pasó para acá”. A la fecha, específicamente, se ubica en el número 24 de la calle Jiménez, en el barrio del Tepetate.

Sostuvo que este ramo dejó de ser rentable, debido a que la importación de la madera y la existencia de otros establecimientos en este rubro han influido en ello. Además de que se suma el problema de la ubicación del taller, ya que su colindancia con el mercado El Tepetate dificulta la introducción de la clientela.

“Hace como unos tres o cuatro años que ya no es lo de antes. No es tanto que ya no sea un negocio rentable, lo que pasa es que son muchas cosas. Por ejemplo: es difícil el acceso a la zona, porque estamos pegados al mercado y con frecuencia los clientes no pueden llegar”, explicó Chávez Moreno.

Recalcó que “han sido muchos los factores por los cuales nos han bajado las ventas, entre ellos, la cercanía con el mercado. Esto ha disminuido como 60% desde hace cuatro años”.

Hace algunos años, la maderería trabajaba para suministrar al ámbito de la construcción y carpinteros, pero “la competencia en el ramo de la construcción nos sacó del mercado, porque cada vez los precios son menores, lo créditos son a más largo plazo y prácticamente hemos dejado de venderle a ese ramo”.

La clientela de la Maderería Ortega se compone de público en general y carpinteros. Actualmente procesan algo de madera y elaboran muebles como camas, cajones, cajoneras y en ocasiones realizan trabajos en serie.

Los muebles son fabricados a base de madera de pino y caoba, la cual proviene principalmente del estado de Durango.

Felipe Chávez Moreno refirió que los negocios que manejan grandes volúmenes de madera han dejado de ser funcionales.

“Las madererías cambiaron de estructura, ahora son espacios muy pequeños (…) por eso lo que se requiere es cambiar de estructura. Los negocios de grandes volúmenes ya de dejaron de ser funcionales. Yo tengo tres mil metros, 80% techado, y la competencia tiene negocios de 10x20. En 100 metros ponen una maderería, entonces son muy diferentes los elementos de la competencia”, señaló.

Además de los reducidos espacios, la importación ha intervenido por lo que ha desplazado a la madera nacional, la cual, aseguró Felipe, es de mejor calidad que la que viene del extranjero.

“Yo creo que se consume más la madera del extranjero que la nacional. Antes toda era de México y ésta es de buena calidad porque es natural, todo lo que llega de importación ya está industrializada”, aseguró.

Añadió que ya no se manejan los mismos volúmenes de madera, como pasaba cuando la madera que les llegaba era verde y entonces pasaba por el proceso de secado.

“Se basan mucho en la importación. Ya no se manejan los mismo volúmenes que anteriormente se utilizaban. Cuando llegaba la madera verde y nosotros la secábamos en nuestras propias instalaciones, ahora ya casi todo llega seco”, comentó.

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