La proliferación de baches, justo cuando inicia la temporada de lluvias, es el anuncio de que la Vulcanizadora Lomas — propiedad de Daniel Cuecues Gutiérrez— tendrá una cascada de nuevos clientes. Los autos que utilizan rines de aluminio, asegura el “talachero”, son los que regularmente se rompen al momento en que los conductores irremediablemente caen en la trampa que representan los cientos de hoyos que aparecen en las vialidades durante estos días.

La clientela para las “talacherías” literalmente se duplica en los meses más lluviosos del año, relata Daniel Cuecues. En un día normal la Vulcanizadora Lomas — que se ubica en la colonia Lomas de Casa Blanca — atiende de 15 a 20 clientes; pero en los más recientes, esta cantidad se ha incrementado notoriamente, al grado de tener más de 50 clientes en un solo día.

Automovilistas que resultan afectados por los baches son los nuevos y quejosos clientes.

Regularmente los conductores llegan con alguno de los neumáticos “reventados” y solicitan cambiar la llanta dañada por la de refacción. El intercambio de llantas tiene un costo de 25 pesos y la parchada de 70 pesos.

“Yo estudie hasta primero de secundaria, pero me exigían mucho los profesores. Me pedían números y además que la letra me saliera bonita y ninguna de las dos cosas se me dio. Mejor me salí a la calle y me puse a trabajar. La talachería o vulcanizadora, como se diga, siempre ha sido buena chamba. De que sale, sale. Nada más que antes había más ganancias, incluso trabajaron conmigo mis hermanos y mis primos, por lo mismo”, recuerda el “talachero”.

Y es que los gastos fijos para mantener un establecimiento de estas características, describió Daniel Cuecues, han aumentado más de 100%. La renta, la luz y el agua representan un gasto de aproximadamente tres mil pesos mensuales, lo que provoca que las ganancias se pulvericen cada día más.

“El problema es la competencia y también que esta parte de la autopista ya no se encuentra como estaba antes”, lamentó el vulcanizador.

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