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Domingo: día familiar en el que los padres suelen salir con sus hijos, los jóvenes con sus parejas y la ciudad se activó con la frescura de agosto, un mes que llegó con el aumento a la tarifa del transporte público y que, para algunos, se paga con disgusto y resignación.
Es domingo, apenas va a llegar el mediodía, por lo que desde que comenzó la circulación de las primeras rutas, a eso de las seis de la mañana, el costo ya era de 8 pesos con 50 centavos; pocas personas se observaron en las paradas.
Jamás había costado tanto estirarle la mano a un extraño, que a cambio te permite subir a un vehículo, apenas en pie y si tienes suerte, podrás ocupar uno de los asientos suciamente desocupados.
Mientras tanto, fue en redes sociales donde algunos miembros de la comunidad han demostrado que no es bienvenida la nueva tarifa, por lo que algunos ciudadanos ya se organizan para, a partir de este lunes, ofrecer ride a los usuarios o pagar únicamente los 6.50 pesos de la cuota original a los choferes.
Ya por la tarde, el Centro Histórico lucía lleno, lo que hace pensar que de alguna manera tuvieron que llegar a este lugar las personas, no todos pueden contar con transporte privado, sin embargo, por hoy no es el tema, porque como cualquier otro domingo, la gente busca alejarse del estrés y la monotonía, hoy toca jugar, pasear, disfrutar y no preocuparse.
El transporte público forma parte esencial del estilo de vida de los queretanos, quienes no gozan de la oportunidad de contar con un vehículo privado, la mayoría; es por esto, que la gran parte de las actividades que se desean realizar, conllevan un desplazamiento en dicho medio de transporte; de tal modo, que disfrutar el día en familia, fuera de la cotidianidad, no es la excepción.
Apenas el viernes llegó la quincena, tal vez por eso pagar 2 pesos más no afectaría una economía recientemente renovada; sin embargo, no para todos es la misma realidad, por lo que será hasta que su rutina se reafirme, en el momento en que los hijos regresen a la escuela, cuando se habrá de mermar el gasto de los ciudadanos, por un incremento que la opinión pública considera que no vale la pena.
Aquella vieja y conocida frase optimista dice “mañana será un nuevo día”, y será hasta ese momento, cuando las personas que diario salen a trabajar, a sudar la gota gorda, a buscar el sustento para su familia, a perseguir la chuleta, tengan que pagar más de lo normal por moverse; medidas habrá que tomar al respecto, principalmente para aquellas personas que ganan el salario mínimo y que pagarán en transporte más de lo que diariamente reciben.
