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La venta de piñatas para las posadas es una tradición que se encuentra en riesgo de desaparecer por la entrada de productos chinos, explicaron comerciantes.
El romper una piñata ya dejó de representar la batalla de los ángeles contra los demonios y la liberación de las almas al caer los dulces, ahora se golpean diferentes personajes provenientes de las diferentes películas que llegan de Estados Unidos y los comerciantes tratan de mantener viva la tradición.
Con precios que van desde los 50 hasta los mil 500 pesos, los piñateros ofrecen la tradicional piñata de cinco o de siete puntas, pero a su decir, las ventas han bajado conforme pasan los años y llegan a perder hasta 30%, por lo que aún tratan de mantener precios accesibles.
“Ya la venta es mucho menos que en años anteriores, cada año va bajando..., se va perdiendo la tradición, todavía hace unos cinco o seis años se vendía muy bien, pero ahora ya bajó mucho la venta. Si lo pusiéramos en una escala del uno al 10, estaremos en estos momentos en un siete, porque la venta ha bajado mucho”, explicó Mary Camacho.
Estos productos artesanales continúan ofreciéndose en mercados y lugares especializados; algunos productores también decidieron ampliar el espectro del comercio a los productos relacionados con las fiestas, pues el trabajo de las manos queretanas también tiene un costo que eleva el valor de las piñatas.
Hay piñatas para todos los gustos, pero la favorita para las festividades de la temporada son las de cinco y siete picos, que se pueden encontrar entre los 150 y los 500 pesos, dependiendo el tamaño. Algunas que se encuentran en los pasillos de los mercados municipales llegan a costar hasta mil 500 pesos.
“Depende del tamaño que se escoja, porque no tanto es el material, la mano de obra es lo que cuesta, por eso es el valor, nosotros podemos hacer la figura que quieran, lo que más se está vendiendo ahorita son los superhéroes, Capitán América, Thor, Los Minions y demás.