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En San Juan del Río, las bandas juveniles han puesto en jaque tanto a los habitantes como a las corporaciones de emergencia; involucrados en riñas de fines de semana, cientos de jóvenes, muchos menores de edad, se han vuelto presas del consumo desmedido de alcohol, que deriva en conductas agresivas.
Comunidades como La Estancia, San Miguel y San José Galindo; Arcila, El Organal, La Llave, Cazadero, así como la colonia La Rueda y la zona oriente en la cabecera municipal se han convertido en focos rojos, según datos de la Secretaría de Seguridad Pública.
Aunque la mayoría de los actos que cometen estos grupos juveniles son riñas y faltas administrativas, el problema se ha recrudecido con el incremento de venta clandestina de alcohol, que va de la mano del vandalismo en San Juan del Río.
Ejemplo de este tipo de conflicto es la comunidad de La Estancia, donde se conocen al menos ocho agrupaciones juveniles protagonistas de riñas, daños a propiedades y delitos menores; en esta localidad el conflicto involucra a familias que por varios años han manifestado diversas rivalidades y que han involucrado en estos problemas a las nuevas generaciones.
El uso de armas punzo cortantes y de fuego han salido a relucir en estas peleas entre familias, que se han constituido en pandillas; los más jóvenes son los encargados de hacer prevalecer las rivalidades y actos de venganza, que han afectado a terceras personas que no tienen relación alguna con estos grupos, que se identifican con nombres tan llamativos como Los Nazis, Los Frescos, Los Tímidos, entre otros.
En La Estancia se ha hecho un esfuerzo conjunto para disuadir las riñas juveniles que se habían tornado peligrosas para todos los habitantes; aunque los conflictos entre dichas pandillas han disminuido desde 2014, la venta clandestina de alcohol ha sido motivo para que los adolescentes reincidan en agresiones, bajo los influjos del alcohol.
Del alcohol a las drogas duras
El secretario de Seguridad Pública, Arturo Calvario, reconoció que la ingesta desmedida de alcohol, en algunos puntos del municipio, ha generado otro tipo de adicciones de mayor impacto para la población juvenil, al destacar la comercialización de sustancias como cocaína y “cristal”, que consumen los jóvenes que están involucrados en las pandillas.
“Vemos que de la mano del alcohol está el consumo de cristal, de metanfetaminas, este es un tema preocupante, no sólo hablamos de riñas sino de conflictos sociales, adicciones e incluso la venta de drogas aún más peligrosas que el alcohol”, señaló.
El titular de Seguridad Pública aseguró que en la mayoría de las comunidades donde es recurrente el consumo de drogas y las peleas, los participantes están plenamente identificados por los habitantes, pero éstos prefieren no denunciar por temor a actos de venganza de parte de los grupos juveniles.
Cruz Roja víctima de vándalos
Para las corporaciones de emergencia la ingesta de alcohol también representa un riesgo, pues son más recurrentes las agresiones en contra de paramédicos que acuden a las zonas de conflicto para intentar atender a los jóvenes que resultan lesionados en los enfrentamientos.
El patronato de la Cruz Roja ha reportado que cada fin de semana ingresan al hospital de esta institución un promedio de 30 personas lesionadas por riñas en las comunidades, la mayoría de los casos ocurren a consecuencia de la ingesta de alcohol y más recientemente de las llamadas drogas “duras”.
En su momento, el presidente de la Cruz Roja, Marco Antonio Rojas Zetina, advirtió de la dificultad a la que se enfrentaban los paramédicos al querer ingresar a hospitales de instituciones de salud a heridos de riñas; los centros hospitalarios se negaron a atender a jóvenes con lesiones de arma de fuego, dificultando la atención a los mismos.
Pero, además del incremento de lesiones a jóvenes, las agresiones han afectado a los propios paramédicos; en este año los elementos de la Cruz Roja han sido agredidos en, por lo menos, tres ocasiones cuando han intentado trasladar a jóvenes heridos en peleas relacionadas con el consumo de alcohol.
El caso más reciente ocurrió en Santa Bárbara, La Cueva, donde jóvenes que habían participado en una riña lanzaron rocas a la ambulancia de la Cruz Roja cuando era conducida por paramédicos para atender a un lesionado.
Los paramédicos y las ambulancias han sido también agredidas por grupos juveniles en comunidades como Santa Lucía, La llave, La Valla, Paso de Mata, entre otras, de acuerdo con Marco Antonio Rojas.
La institución de emergencias ha solicitado el apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública para que una patrulla acompañe a los paramédicos a las comunidades donde se reportan heridos por riñas.
Estrategia anti alcohol
El titular de seguridad Pública aseguró que uno de los objetivos a corto plazo, de esta corporación y otras dependencias, es disminuir la comercialización clandestina de alcohol ante la relación directa que tiene con los conflictos juveniles.
La alerta se ha encendido con el incremento de consumo de alcohol entre menores de edad, que cada vez tienen mayor presencia en los conflictos juveniles, alertó Arturo Calvario.
“Tenemos registrada una alta ingesta de alcohol entre menores de edad, cada vez hay jóvenes de más corta edad que tienen adicción por las bebidas embriagantes y este es un tema en el que trabajamos mediante el operativo Anti Alcohol que implementamos con el apoyo de Inspectores de Comercio para disuadir la venta clandestina”, comentó.
Agregó que también se busca evitar la venta de alcohol en horarios no permitidos por parte de tiendas de conveniencia y clausurar aquellos establecimientos que no han refrendado sus permisos.
En los últimos dos meses se han clausurado más de 40 establecimientos con venta irregular de alcohol, que se han detectado en colonias de la cabecera y en comunidades, según datos de la Secretaría de Seguridad Pública.
La dirección de Prevención del Delito también ha emprendido acciones mediante pláticas con los jóvenes para alertar de los riesgos de consumir alcohol a corta edad, así como de participar en riñas y cometer faltas administrativas.
Para el titular de Seguridad Pública la participación de la familia en acciones preventivas es fundamental para evitar que los menores de edad ingieran bebidas alcohólicas y que posteriormente puedan verse involucrados en riñas, faltas administrativas o decidan ingerir otras sustancias e incluso comercializarlas.
“Sabemos que la mayoría de estos jóvenes que consumen alcohol actualmente cuentan con una familia, los padres y las madres pueden ayudarnos generando conciencia entre los menores de edad, teniendo comunicación y el gobierno tiene la responsabilidad de frenar las riñas, la venta clandestina de bebidas y crear espacios para la sana convivencia de las nuevas generaciones”, finalizó Arturo Calvario.