El secretario de Seguridad Pública en el municipio de Corregidora, Ángel Rangel Nieves, informó que en los próximos días recibirán seis patrullas blindadas.
Señaló que estos automóviles nuevos “servirán a los policías del ayuntamiento para que tengan los elementos para combatir a los criminales que se quieran infiltrar en el municipio, principalmente de otros estados y que quieran realizar prácticas como los hechos ocurridos hace unos días”.
Lo anterior debido al hallazgo que realizó el Ejército Mexicano de un laboratorio para elaborar droga, ubicado en una bodega de la comunidad Presa de Bravo, a la orilla de la demarcación.
Destacó que las parcelas y predios baldíos son las zonas más propensas para el establecimiento de narcolaboratorios, debido a lo despoblado de estos sitios.
Por ello, el funcionario reveló que en los próximos días se entregarán seis patrullas blindadas, aunado a las cuatro que ya fueron otorgadas.
Rangel Nieves no descartó que en Corregidora puedan existir más bodegas de este tipo. Sin embargo refirió que es necesario seguir trabajando, redoblar el patrullaje y tener coordinación con la Secretaría de Defensa Nacional, Policía Estatal y hacer las revisiones necesarias en los tramos carreteros.
Por su parte, el presidente municipal, Antonio Zapata, aseguró que mantendrán una coordinación con la Policía Estatal y Federal.
“El mensaje es claro y contundente. Nuestros policías deben de tener la certeza de que estamos ocupados en que de tengan la mayor protección. No quiero actuar cuando tengamos la presencia del crimen organizado, lo que quiero es blindar y asegurar que no se van a venir a meter los malosos al estado entrando por las puertas de Guanajuato y Querétaro y es lo que me interesa blindar”, concluyó el edil.
Rangel Nieves destacó que se trabajará con la ciudadanía mediante el asesoramiento e informarles que este tipo de delitos se generan principalmente en las zonas rurales y más alejadas de la ciudad, donde los vecinos no puedan detectarlos por la distancia y porque no lo saben.
“En el caso de la Presa de Bravo es un paraje retirado de la zona habitacional a un kilómetro y medio de la zona parcelaria. Es raro la gente acuda a estas parcelas”, señaló.