Rosario y su esposo Alberto calculaban pagar sólo 280 pesos por el refrendo de su vehículo, pero se encontraron con la sorpresa de que el pago es de 6 mil pesos. ¿Por qué esa cantidad? Preguntaron al joven que los ayudaba a manejar el cajero, en el sótano del auditorio Josefa Ortíz de Domínguez, donde se realizan trámites vehiculares.
La explicación es muy sencilla, la pareja acudió a pagar durante los primeros días de abril, y la prórroga para no pagar tenencia era hasta el 31 de marzo. No pagar en tiempo y forma los hizo pagar 5 mil 720 pesos más.
“Sí señor, es que los pagos debieron hacerse durante los primeros tres meses del año, ahora como ya vino fuera de tiempo tendrá que pagar el refrendo y la tenencia, si hubiera venido antes no habría tenido que pagar tenencia, y sólo pagaría 280 pesos”, comentó el personal del gobierno que auxiliaba a los contribuyentes.
Rosario y su esposo no tuvieron la cantidad suficiente para realizar el pago y decepcionados salieron del edificio. “No tenemos ese dinero, se elevó bastante el costo, ahora vamos a ver de dónde lo conseguimos. Es la primera vez que me pasa, yo acabo de comprar mi carro y nunca había hecho ese trámite, pero pues ahora tengo que ver cómo lo pagamos. Por ahora nos toca salir a conseguir el dinero y después volver”, compartió la afectada.
Otro caso similar es el de Jesús, que también acudió a pagar el refrendo vehicular, y él sí estaba consciente de que realizaría el pago fuera de tiempo, pero no sabía de cuánto sería el pago final. El personal le informó que debía pagar la tenencia y el refrendo, lo que da un total de 3 mil pesos, cuando el pago mínimo pudo ser de 280 pesos.
“Con tantas vacaciones y salidas de la ciudad uno se olvida de estos trámites, y eso que yo tengo un Oxxo en la esquina de mi casa, y ahí puedo hacer todo el trámite. El año pasado yo pagué el refrendo de dos vehículos y fueron sólo 400 pesos y hoy que vine a hacer este trámite por mi esposa nos va a tocar pagar 3 mil pesos, porque no lo realizamos durante los primeros tres meses del año.
“Me dice la señorita que con la tarjeta Inapam me pueden hacer un descuento, por ser de la tercera edad, aunque ese descuento será mínimo”, refiere Jesús.
La tenencia comenzó a cobrarse como un impuesto federal a partir de 1963. Fue en el 2012 cuando el pago de tenencia se convirtió en un impuesto local, es decir, que cada estado decide si se cobra o no dicho impuesto a los propietarios de transporte personal, incluyendo motocicletas, aviones, yates, helicópteros y otros tipos de transporte acuático.
A partir de ese año también se han implementado diversas estrategias y beneficios para subsidiar el pago de la tenencia; en Querétaro por ejemplo, si el refrendo vehicular se paga durante los primeros tres meses del año, se evita el pago de la tenencia.
La diferencia entre la tenencia y el refrendo vehicular es simple, se paga la tenencia para “tener” o “poseer” un vehículo, el pago de este impuesto depende del modelo del auto, entre más reciente sea, mayor será el pago de la tenencia; mientras el refrendo vehicular se paga para reemplacar el vehículo un año más, o dicho de otra forma, para seguir usando las placas que ya se tienen.
Pero la tenencia o el refrendo no son los únicos pagos que provocaron confusión entre las personas, también la verificación vehicular que ahora ya no puede pagarse en el sótano del auditorio, sino en Centro Cívico o en el Parque Querétaro 2000.
Decenas de ciudadanos acudieron con sus documentos para pagar dichas verificaciones y la sorpresa en este caso fue que no podían hacer el trámite ahí mismo, sino que debían desplazarse hasta Centro Cívico o al Querétaro 2000.
Los que tenían tiempo de sobra acataban la nueva instrucción sin molestia, pero hubo otros, como Eduardo, que ya habían perdido mucho tiempo y dinero en camiones, pues el propio personal de la Secretaría de Planeación y Finanzas del estado, los confundieron.
“Yo vine primero aquí a las oficinas del auditorio y me dicen que la verificación ya no se hace aquí, que se hace en Pie de la Cuesta, en Pie de la Cuesta me dicen que me regrese al auditorio, y aquí en el auditorio me dicen que debo ir o a Centro Cívico o al Querétaro 2000. Es un completo desorden y a nosotros nos traen vuelta y vuelta”.
César también se vio envuelto en confusiones cuando intentó poner al corriente los papeles de su motocicleta, entre la Fiscalía y la Secretaría de Seguridad Ciudadana daban instrucciones distintas pues la moto tenía reporte de robo y necesitaba hacer el trámite para solicitar placas nuevas.
“Unos me decían que primero arreglara lo del reporte de robo y otros que arreglara primero lo de las placas, uno pierde mucho tiempo, terminé contratando a uno de esos coyotes, porque ellos sí te resuelven rápido el problema, pagué como 3 mil pesos en total, pero sólo así quedaron todos mis trámites en orden”.
En las oficinas la actividad es poca, se percibe que la mayoría de las familias aún están de vacaciones, los cajeros para pagar refrendo y tenencia así como las salas para pagar multas están vacías o a medio llenar.
Sin embargo, se percibe un ambiente de enfado y malestar por las personas que llegan al lugar y no tienen sus papeles completos, otros porque el pago del refrendo y tenencia se elevó demasiado, otros porque ya no pueden pagar ahí las verificaciones y otros simplemente discuten con el personal sobre el aumento de la gasolina o por supuestas multas injustificadas.
“Este es uno de los panoramas típicos en la cuesta de enero”, dice Omar, quien espera asesoría para usar los cajeros, “como si uno no tuviera suficientes gastos a inicio de año, mire ya es abril y seguimos pagando cosas, multas, deudas, de todo.
“Y por si fuera poco el tiempo que uno pierde aquí con tanta vuelta y vuelta; los jóvenes rápidamente le entienden a la tecnología y pagan por internet, pero los mayores sí tenemos que venir y lidiar con todos estos trámites que son muy engorrosos”, señala el contribuyente.