La temporada vacacional de niños y adolescentes es una oportunidad para enfocarlos a las actividades a las que están aptos y mejor preparados, desde un punto de vista holístico, consideró la terapeuta profesional, Fernanda Almanza.
Ocho de cada 10 menores son propensos a considerarse con Transtorno por Déficit de Atención (TDA), por lo que se recomiendan actividades artísticas para ellos, antes que medicarlos, estimó la sanadora.
Originaria de la ciudad de México, Fernanda Almanza tiene ya 10 años viviendo en el estado de Querétaro, durante los cuales la vida la “sorprendió gratamente”. En estos últimos años Fernanda encontró lo que ella llama un “despertar espiritual” que cambió su vida por completo.
Actualmente es considerada una de las mejores terapeutas holísticas en el país y se dedica a aplicar diversos métodos de sanación espiritual, en beneficio de amplios sectores sociales.
La temporada vacacional, explica a EL UNIVERSAL QUERÉTARO, es una excelente oportunidad para que los padres de familia conozcan más a sus hijos y puedan orientarlos en actividades que realmente los ayuden a crecer, sin aplicarles fármacos.
“La ventaja de vivir en una ciudad como ésta es realmente invaluable. Hay espacios y lugares públicos en los que podemos llevar a cabo cualquier tipo de actividad de relajación. Eso es vital para poder desarrollar este tipo de métodos”, explicó la terapeuta.
Hay que recordar que el significado del término holístico viene de la palabra holismo, cuyo principio general fue resumido concisamente por Aristóteles en los libros de metafísica y viene a expresar la máxima: “El todo es mayor que la suma de sus partes”.
Dentro de esta rama de la metafísica, se consideran 3 tipos de niños o menores de edad: cristal, arcoíris e índigo. Son estos últimos los que por sus características son catalogados como niños con déficit de atención y que representan 80% de este sector social.
En ese contexto, Almanza resaltó que este tipo de infantes requieren la orientación necesaria para desarrollar actividades artísticas para las cuales son bastante aptos, siempre en ambientes de relajación.
“Muchos papás cometemos el error de creer que nuestros hijos no entienden las cosas, pero la realidad es que muchas veces son ellos los que nos enseñan a nosotros. Es muy importante que los papás no los mediquen, que una alternativa que resulta a la postre es bastante dañina. Hay un sinfín de actividades artísticas que se pueden desarrollar antes que medicar a un infante”.