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La afectación a mercados y locatarios es evidente con el anteproyecto que planean realizar las autoridades capitalinas, pues va en contra del bienestar y patrimonio de los comerciantes.
Represento en general a lo compañeros locatarios, comerciantes y tianguistas de los mercados públicos de la ciudad de Querétaro. Soy locataria en el mercado de La Cruz y vendedora dominical en el tianguis de La Cruz.
Lo que nos tiene debatiendo es que, el pasado 10 de octubre, una pequeña parte de nuestra comunidad comerciante fue invitada a lo que la autoridad denominó Foro de Consulta Pública para la Actualización del Marco Normativo Municipal. Era uno de varios que se harían por parte del municipio con su proyecto.
En ese foro tuvimos noticia del articulado que pretende conformar las nuevas reglas con las que operaremos quienes hasta por más de 50 años hemos ejercido el oficio comerciante en los mercados públicos de Querétaro.
El plan de la autoridad era que todo hubiera terminado con una autorización o aceptación a ese anteproyecto. Lo que lograron es que iniciará un debate, un análisis de todo el articulado, por parte de todas las asociaciones de comerciantes y todos los compañeros que se sienten o se ven involucrados en el reglamento.
El gobierno municipal ha logrado, a través de este debate, una unión entre los comerciantes, que nos ha hecho coincidir en algo: encontramos que, en los términos en los que el anteproyecto de reglamento está redactado, lesiona los derechos que durante estas generaciones se han podido construir.
Vemos que ese anteproyecto tiene la intención de transformar, prácticamente por completo, la forma en la que hemos ejercido nuestro oficio; limita en varias formas nuestro legítimo derecho al trabajo honrado y remunerado; además de que pone en riesgo la permanencia del comerciante en su lugar de trabajo y, de ese modo, pone en riesgo el sostenimiento de miles de familias, con todo lo que social, económica y culturalmente significa.
Por eso, las autoridades ya han recibido por escrito y de manera verbal en mesas de trabajo, por prácticamente todas las asociaciones de comerciantes de mercados públicos y tianguis, el rechazo categórico a la autorización de este anteproyecto de reglamento en materia de servicios públicos municipales, específicamente en su libro tercero, que corresponde a los mercados públicos y centros de abasto.
Calculamos que somos alrededor de 5 mil licencias municipales las que se verían afectadas. Aparte, si podemos analizar un poco más allá, el reglamento tiene una parte de articulado, hay compañeros que no han dicho nada a su favor, porque no se sienten afectados.
El artículo 202, por ejemplo, menciona que los mercados que están instalados en propiedades privadas, aunque los edificios no sea públicos, también son sujetos a este reglamento. Aunque las propiedades sean privadas y aunque el funcionamiento es responsabilidad de cada uno de los que operan los locales, la jurisdicción, es decir, el derecho de operar, es del municipio.
Esto es totalmente nuevo. Implica que los mercados que se llaman privados también son sujetos a este reglamento. Ellos no se han dado cuenta, no se han asesorado, no han escuchado esto. Tenemos conocimiento que al menos son seis o siete mercado privados en Querétaro.
Por ejemplo, está en mercado de la Presidentes, el de Satélite, el mercado de Reforma Agraria, hay uno en Cerrito Colorado, otro en Santa Rosa Jáuregui, el único que existe allá es privado, de hecho está en una zona ejidal.
Estos mercados están siendo asesorados por una asociación de comerciantes que comanda el señor Rafael Granados. Él abiertamente les ha dicho que no corren ningún riesgo, que no corren ningún peligro y que no se preocupen de nada, cuando la realidad es muy clara.
En cada mercado público privado hay unos 100 locales comerciales, por lo que entre todos serían unos 700 o mil comerciantes más. Sencillamente están cambiando las reglas de juego, está cambiando casi por completo la forma en la que el oficio de comerciante se ha ejercido todo el tiempo que ha habido mercados públicos en Querétaro.
Estamos haciendo grandes esfuerzos para que todos los comerciantes conozcan el trasfondo, traducirles qué quiere decir la normatividad, porque está en esos términos legales y, de alguna manera, aterrizarlo en qué puede concluir o en qué puede incidir en la vida de las personas que laboramos en los mercados.
