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Ruido, inseguridad, basura e invasión de calles por valets parking, son algunos de los problemas que deben enfrentar los vecinos de la colonia Loma Dorada, quienes desde hace 15 años luchan porque se cierren los giros negros que han invadido la zona, afectando su calidad de vida y el valor de sus viviendas, afirmó Norberto Alvarado, residente de la colonia.
Señaló que en todo este tiempo los residentes de la zona han vivido estos problemas con los giros negros que han avalado las autoridades, sin considerar que la colonia es habitacional.
“Se ha generado una inseguridad muy grave, porque tiro por viaje cada fin de semana hay riñas, pleitos, ha habido robo de automóviles; inclusive hace unas semanas unos vecinos de una parte de la colonia se manifestaron precisamente porque la proliferación de estos negocios y de otros comercios más que se han autorizado en una zona residencial, han generado inseguridad, contaminación de basura y auditiva, por las noches, y la verdad es que toda la zona está llena de esos giros negros”, explicó Alvarado.
Apuntó que muchos de estos antros no cumplen con la normatividad incluida en el Código Urbano y en los Planes Parciales de Desarrollo Urbano, y las autoridades han sido omisas desde hace muchos años y han permitido que proliferen estos lugares, que muchas veces son clausurados uno o dos días, pero los vuelven a abrir.
Del mismo modo, de jueves a domingo, principalmente, los valet parking no respetan las entradas de las casas, pues usan las calles aledañas para estacionar los vehículos de los clientes de estos centros nocturnos.
“Los reglamentos municipales para poder obtener una licencia de funcionamiento de ese tipo de negocios requiere que no haya valet parking, sino que haya estacionamiento propio, y ese estacionamiento no existe en la gran mayoría de estos giros negros, porque eso es lo que son, inclusive algunos de ellos presentan espectáculos de banda o de grupos musicales en vivo, cuando para eso se requiere una licencia especial, con la cual tampoco cuentan”, recalcó.
Pleitos frecuentes. Alvarado recordó que el Código Urbano y los reglamentos municipales son claros al señalar que si hay inconformidad por parte de los vecinos con ese tipo de giros negros, deben ser clausurados o negarse la renovación de sus licencias de funcionamiento y alcoholes.
“Hay lugares donde efectivamente ha habido riñas, balazos, hay lugares que inclusive han sido clausurados porque se presentan espectáculos sexuales, y los clausuran uno o dos días y sorpresivamente vuelven a abrir”, denunció el colono.
Ello también ha perjudicado a los vecinos al momento de vender sus inmuebles, pues ven mermado el valor de sus propiedades por la presencia de estos establecimientos, además de verse afectada su calidad de vida, pese a pagar un impuesto predial muy elevado en esa zona.
“Los vecinos, en diversos momentos, yo tengo registro desde el año 2000, ya van 15 años, hemos estado presentando, quejas, solicitudes, ante las autoridades estatales, municipales y federales, de que se cancelen estas licencias, de que ya no se renueven, de que se hagan acciones, y nunca obtenemos una respuesta favorable”, acotó.
Viviendas-negocio. En la zona también se puede ver que muchos inmuebles operan como despachos jurídicos, consultorios dentales y otros negocios, a lo que Alvarado dijo que no sabe si hay cambios de uso de suelo de manera formal, para que viviendas operen como negocios.
“Hay una proliferación de negocios que no están permitidos en la colonia, por ser una zona exclusivamente habitacional, y de repente han aparecido despachos, clínicas, consultorios, academias de baile, antros y giros negros en toda la colonia”, precisó.
Puntualizó que muchos antros han aprovechado las calles de atrás de sus instalaciones para usarlos como estacionamiento, además de la construcción de edificios con uso comercial y que no están permitidos en la colonia, pero que funcionan, sin que se actúe contra ellos.
Pidió a las autoridades que cese la proliferación de comercios en la colonia, por tratarse de una zona residencial donde los valores catastrales son elevados, y fuera de la realidad comercial, lo que ha propiciado que muchas viviendas estén abandonadas porque no soportan el ruido y la presencia de los comercios, donde incluso en algunos terrenos los dueños tienen caballos en sus instalaciones.
“El exhorto a la autoridad es que ponga orden, no solamente aquí, sino en todo el municipio, y en el caso particular de los giros negros, que los cancele, que les revoque la licencia y que los saque de esta zona, no es social, ni técnicamente correcto que estén conviviendo la zonas habitacionales con este tipo de giros, porque lo único que hacen es demeritar de manera muy grave la calidad de vida de los vecinos, además de ser focos rojos que generan elementos de inseguridad”, concluyó Alvarado.