Grafitis y pandillerismo parecen ser los principales problemas que aquejan a vecinos de la colonia Las Américas, quienes denunciaron la falta de acciones de autoridades municipales, las acusaron de actuar “lento” ante sus quejas.
En entrevista, algunos habitantes de la calle Cerro de Pathé explicaron que cada fin de semana se registran pleitos entre pandillas que, al parecer, se disputan los espacios para realizar sus pintas.
Y es que son pocos los inmuebles que se encuentran libres de este fenómeno social que aqueja tantos puntos de la entidad, por lo que dicen, “ya ni pintar es bueno”, pues, aseguran que reparar estos daños les podría resultar en una “fortuna” si se toma en consideración que los responsables de estos actos no dan oportunidad de que las bardas queden limpias y al otro día amanecen grafiteadas.
Cerca de Las Américas se encuentran localizadas secundarias y preparatorias, de las cuales, aseguran, provienen muchos de sus problemas, pues en muchas ocasiones son los propios estudiantes los responsables de los grafitis principalmente.
Cansados de robos en casas
Los ladrones a casa habitación no dieron tregua ni durante la primera semana del año y es que en este lapso fueron contabilizados al menos tres delitos de este tipo, de los cuales, no hubo detenidos.
“A mí me contó la vecina que cuando llegó a su casa vio que la chapa estaba forzada y que encontró todo desacomodado, aparatos electrónicos fue lo que le robaron principalmente y algo de ropa”, lamentó la dueña de una miscelánea, quien prefirió omitir su nombre.
En este caso, dijo, al parecer no hubo denuncia pues aseguró que varios de sus vecinos simplemente buscan la resignación ante este tipo de situaciones o cualquier otra.
Lo anterior derivado de la “ineficaz” respuesta de autoridades encargadas de la seguridad del municipio, a quienes en innumerables ocasiones, dicen, se les han solicitado el apoyo y también mayor presencia policial por el lugar.
Por este conducto, hicieron también una atenta solicitud a la Secretaría de Servicios Municipales, para que atiendan los espacios de esparcimiento que lucen como “verdaderas guaridas de la delincuencia”.