La Eterna Primavera es un vivero situado al sur de la ciudad de Querétaro y desde hace seis años recibe a particulares, jardineros, curiosos y dedicados a la construcción, a quienes provee de plantas, pasto, macetas, tierra y otros servicios.
El vivero está ubicado en el número 397 de la avenida Del Parque, en la colonia Vista Alegre y también acuden personas que sólo buscan un poco de tranquilidad.
Algunos sólo llegan para admirar la naturaleza que alberga el vivero y para retozar y eliminar el estrés que, explican, desaparece al admirar un poco de la belleza innata de las plantas.
Alfredo Galicia es una de las siete personas que trabajan en el lugar y cuenta que es un negocio familiar. Él, su padre y sus tres hermanos son parte del vivero, además de otras dos personas.
Ellos son quienes desde hace seis años emprendieron el negocio que ha prosperado hasta llegar a ser un proveedor familiar.
Venden una vasta variedad de flora y también realizan trabajos de jardinería como colocar pasto, poner tierra y sembrar plantas.
Desde las nueve de la mañana inician sus labores, una jornada que comienza con la apertura del vivero pues es a la hora en que la clientela empieza a llegar.
“Abrimos y entonces empieza la venta al público. En el vivero realizamos varias tareas, lo que más hacemos es regar las plantas, hay que regar el vivero a diario; también las limpiamos, les quitamos las hojas amarillas, acomodamos las macetas. Las hojitas que se ven mal las desechamos para que las flores se vean más atractivas”, explicó Alfredo.
Entre las plantas más vendidas se encuentra el malvón, belén, los pensamientos, las petunias y las margaritas. las menos vendidas son las orquídeas, pues es una flor que cuesta 350 pesos.
“Al mes vendemos una o dos orquídeas, valen 350 (pesos) cada una y entre las flores ésta es la más cara”, comentó Alfredo Galicia y agregó que los precios fluctúan de los 10 pesos (la planta más barata o hierba como él les llama) hasta los 5 mil pesos (las palmeras).
En La Eterna Primavera surten flora cada ocho días. Su mercancía proviene de diversos lugares del país, “principalmente traemos de Cuernavaca, pero también de Cuautla, Atlacomulco, Puebla y Veracruz”, aseveró el vendedor.
Comentó que cuando surten mercancía, 50% del producto que adquieren es pasto, pues es lo que más se vende. “Lo que más vendemos es pasto, por eso traemos un viaje de pasto y un viaje de planta”.
Por otra parte, aseguró que aproximadamente 50 personas visitan a diario el vivero y que los días que más venta tienen son los sábados y los domingos, mientras que de lunes a viernes las ganancias son regulares.
“A nuestros clientes les gusta la atención que aquí les brindamos. Les gustan las plantas que traemos y cultivamos. Nuestros compradores fijos vienen por lo menos cada semana a comprar su flores y también se llevan tierra, piedras y algunos adornos de jardinería”, dijo.
Este lugar da servicio de las nueve de la mañana a las siete de la tarde. La hora de cierre los fines de semana es a las cinco de la tarde.
“A la gente le gusta mucho venir a este lugar. Además de acudir a comprar hay quienes sólo viene a dar la vuelta y a ver las plantitas. Así que más que invitarlos a comprar los invito a que vengan a dar la vuelta”, concluyó Alfredo Galicia.