En este miércoles de ceniza, el obispo de Querétaro, monseñor Faustino Armendáriz, exhortó a los fieles católicos queretanos a tener un acercamiento con Dios. Con la imposición de la ceniza en la frente se marca el camino de la purificación, además de que inicia la Cuaresma.
El obispo dijo que bajo la expectativa de la Iglesia, se espera que en estas fiestas no se presente mucho carnaval, pero sí un mayor acercamiento con Dios.
“Yo creo que nuestra sociedad necesita más de la verdadera alegría que es el encuentro con Cristo, de tal manera que esto marque el caminar de los corazones y de nuestro pueblo, y que nos ayude a crecer más, sobre todo a construir un México mejor y una Iglesia evangelizada”, refirió.
En este sentido, mencionó los esfuerzos que se han hecho, junto con los constructores de comunidad y con la tarea evangelizadora, de mandar un mensaje a la sociedad de que la iglesia se está fortaleciendo, lo que significa, dijo, “que Dios está penetrando en lo profundo del corazón del hombre.
Camino hacia la Pascua
De acuerdo con en el párroco José Guadalupe Martínez Osornio, presidente de la Comisión para la Pastoral Litúrgica, con el miércoles de Ceniza, que se celebra este día, se da comienzo al camino de la Cuaresma que es la preparación a la Pascua.
“Muchos fieles inician con la imposición de la ceniza el tiempo litúrgico establecido de la Cuaresma para buscar la purificación de su espíritu”, refirió.
Explicó que se utilizan dos fórmulas para la imposición de la ceniza: “Recuerda que eres polvo y al polvo has de volver” y “Conviértete y cree en el Evangelio”; la primera expresión recuerda la condición débil y el pecado, y la segunda, advierte que la imposición de la ceniza es un signo de penitencia y de conversión.
“Vivir la Cuaresma exige emprender el camino de conversión y convertirse significa dejarse mirar y salvar por Cristo, implica un compromiso arduo para buscar un camino de fe más consciente, la escucha de la Palabra de Dios más asidua y una oración más intensa”, aseguró el párroco.
Refirió que la mejor preparación para la Pascua (Domingo de Resurrección, 20 de abril 2014), es hacer la Cuaresma, acercarse al alimento espiritual de la Palabra de Dios, por lo que es necesario participar en la celebración diaria de la misa y la comulgación.
El Miércoles de Ceniza es un día penitencial recomendado para toda la Iglesia, que conlleva el ayuno y la abstinencia, el primero abstenerse parcialmente de la comida o bebida, como un signo expresivo del camino de la conversión hacia la Pascua.
La abstinencia es no comer carne, aunque se puede sustituir con otras formas de expresar la misma actitud de conversión y recuerdo de la Muerte del Señor, como la oración, la caridad, entre otros.
“La imposición de la ceniza debe recordarnos que vivir en este mundo y ser cristianos es algo serio, ya que exige fortaleza y supone luchar contra el mal que vemos en nosotros y a nuestro alrededor. Hacer oración y penitencia repercutirá en bien de nuestros hermanos, en bien nuestro y de nuestro entorno”, concluyó Martínez Osornio.