El árbol laurel de la India, que tiene más de 200 años de vida y se ubica en el Museo de la Ciudad de Querétaro, recibirá diferentes tratamientos para salvarlo.
El especialista en sanidad vegetal, Santiago Vergara, explicó que las alternativas son podarlo hasta encontrar líneas vasculares vivas, inyectarle fungicida y fertilizante de forma constante y liberar al tronco del concreto que lo rodea, principal causa de su estrés.
Durante la última visita que realizó al laurel de la India del Museo de la Ciudad en compañía de este diario, el también docente de la facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Autónoma de Querétaro vio con admiración que en dos ramas distintas había un brote de hoja verde, señal de que aún tiene esperanzas de vida.
“El árbol tiene haces vasculares vivas, pero eso no es garantía de que pueda recuperarse, el problema es sistémico. Lo que podemos hacer es retardar el proceso de muerte, si logramos hacer eso sería aplicando un fungicida sistémico, no podríamos hacer otra cosa, pero necesitamos hacer un tratamiento periódico”, refirió Vergara Pineda.
Decano de la ciudad
Considerado uno de los árboles más viejos de la ciudad, el laurel de la India sufre “estrés” como si se tratara de un ser humano, debido a que se le redujo su espacio de goteo. “Si el árbol está estresado se hace más susceptible al ataque de hongos o cualquier otro insecto o patógeno”, explicó.
Aunque advierte que el estrés que padece ha provocado que el hongo ganoderma dañe de forma más severa al laurel, porque todas las ramas de su copa lucen secas y a punto de caerse.