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En un salón de fiestas por camino a Mompaní, Alberto Sinhué Trejo Zavala prepara todo para una celebración. Como administrador de lugar debe observar que todo esté en orden, pero la verdadera misión de este hombre es rescatar perros y gatos abandonados, sin el apoyo de ninguna institución e inspirado por su madre.
Desde hace más de 20 años se dedica a rescatar perros, siguiendo la labor de su mamá: “Sacábamos a los gatitos de entre las paredes y ella los curaba y les buscaba casa. Obviamente ese concepto de adopción era muy complicado, realmente no existía, era colocar a los animales en otras casas, para que los cuidarán”.
Dice que en su casa da asilo a los animales que rescata, actualmente atiende nueve perros y 19 gatos. Es ahí donde los tiene a resguardo mientras los esteriliza y les busca hogar.
Explica que la manera en la que rescata animales es casual. Cuando regresa a su casa puede ver a un perro a la orilla de la carretera, detenerse a recogerlo y llevarlo a su domicilio.
“Sobre la carretera te encuentras al perro, al gato, a punto de ser atropellado, o ya los encontramos tirados, heridos a orilla de la carretera. A veces te hablan por teléfono, que los encontraron. A veces me encuentro en terrenos baldíos, en botes de basura, adentro de bolsas de plástico aún vivos”, indica.
Precisa que esto sucede por la falta de educación y principios de la gente, pues no se tiene la costumbre de esterilizar a las mascotas ni de tomar en cuenta que son seres vivos.
Subraya que lo hace solo, de forma independiente y voluntaria, a veces con conocidos en la comunidad de la red social Facebook; en el caso de las campañas de esterilización las organiza él mismo, para lo cual invita a un amigo veterinario de la Ciudad de México.
Campañas de esterilización
La esterilización las realiza el último viernes de cada mes, llevan 27 campañas de forma ininterrumpida y más de mil animales operados.
“Lo único que les pido es que cubran el costo de la esterilización. Yo no pido si lo llevé a la consulta [veterinaria], que si gasté en gasolina por ir el perro. Todo eso lo absorbo yo. No lo hago por obtener dinero, lo que busco es el bienestar del animal que se encontró en la calle y poderlo reubicar en otra familia”, acota.
Indica que en muchas ocasiones encontró perros y gatos que por su condición lamentable llegó a pensar que no sobrevivirían, que requirieron mucho esfuerzo para salir adelante.
Agrega que los animales se quedan con él hasta que encuentran un hogar, pues no cree en el “sacrificio”, no se le hace justo que la vida de un animal termine porque no hubo un ser humano interesado en darle techo y cariño.
Los que no encuentran una casa “casi están adoptados por mí. No se me hace coherente tener que sacrificarlo, no es justo para el animal terminar con su vida nada más porque alguien no lo quiere. También me encariño con ellos cuando están conmigo y cuando veo que no se pueden adoptar los tengo yo”, subraya ante necesidad de quedarse con los perros rescatados, como es el caso de Hachi, un animal que localizó moribundo en el municipio de Colón y que es imagen del cortometraje Adoptados.
Crea historias en facebook
A través de la red social Facebook crea historias de los perros para convencer a alguien de adoptar a uno de sus inquilinos.
Su familia lo apoya, empezando por su madre, quien fue la que “agarró camino” y lo orientó, pasando por su padre y su novia, quienes respaldan su actividad humanitaria. Incluso, la casa de su novia sirve como albergue.
Añade que nunca ha pensado en convertirse en una asociación civil, pues se requiere de un número determinado de personas, contar con un espacio y cumplir ciertos requisitos; lo más complicado es encontrar gente que se comprometa con el cuidado de los animales. “Todo mundo te manda bendiciones, pero de bendiciones no comen los perros, de bendiciones no le pago al veterinario”, expresa.
“A veces todos piensan que todo es bonito, realmente no es así. Un refugio de animales es muy complicado. Limpiar diario, atenderlos diario, ponerles atención, la salud de cada uno, el espacio, infraestructura. Es una cuestión muy fuerte, poca gente se compromete. Mucha gente cuando ve lo que es, deja de ayudar”, precisa.
Subraya que no solicita dinero por su trabajo, en contadas ocasiones ha pedido, sólo cuando el animal tiene un estado de salud crítico. Lo que pide es que sean cuidadosos con los animales, pues aún es muy común que regalen o compren a los animales, lo que los cosifica.