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A fin de promover el evento más importante de la zona, una comisión de la Coordinación de Cultura del municipio de Pinal de Amoles, encabezada por su titular Bernardo Reséndiz Martínez, acudió a diferentes entidades de la Huasteca Potosina, así como al Estado de México para difundir al 25 Concurso Nacional de Baile de Huapango “Pinal de Plata y Huapango”, a realizarse 14 y 15 de marzo de 2014.
El regidor Alfonso Herrera Durán; el coordinador de Cultura, Reséndiz Martínez, y Benita Ramírez Olvera, fundadora de este tradicional evento, recorrieron Tepeji del Río y Tepotzotlán y los ayuntamientos e instituciones de cultura de dichas localidades, así como diversos lugares donde entregaron la convocatoria del Concurso Nacional de Baile Huapango.
En los últimos días de diciembre de 2013, Ramírez Olvera, también instructora de danza, acompañada de Jorge Pérez Salazar, visitaron ciudades de los estados de San Luis Potosí, Tamaulipas, Hidalgo y Veracruz con el mismo propósito, en donde pudieron extender la invitación al 25 Aniversario del Concurso Nacional de Hupango “Pinal de Plata y Huapango”, en diversos medios de comunicación, casas de culturas y grupos de danza de la Huasteca.
Las autoridades destacaron que la instrucción del edil pinalense, César Fernando Arcega Pérez, es extender la invitación a los estados para que participen en el Concurso Nacional de Baile Huapango, con el objetivo de hacer crecer esta tradición que empezó hace 25 años.
En marzo se espera la visita de más de cinco mil personas a este magno evento, que tiene la perspectiva de generar una derrama económica importante. La cabecera municipal no cuenta con la suficiente infraestructura hotelera, por lo que la ciudadanía ofrecerá sus hogares para que los participantes se hospeden.
Pinal de Amoles vive en marzo sus fiestas tradicionales y es el Concurso Nacional de Huapango el evento más destacado, en donde se dan cita los principales bailarines del arte arribeño, huasteco, tamaulipeco, queretano y veracruzano.
Estos días de concurso se viven de manera familiar, ya que se acostumbra la no venta de bebidas alcohólicas, lo que permite un ambiente sano y lleno de esparcimiento, por lo que se convierte en un momento excepcional para los visitantes.