De los aproximadamente 600 casos que se registraron en 2016 por presunta agresión a menores en la capital de Querétaro, ​ 60% se trató de omisión de cuidados por parte de los padres de familia, dio a conocer la directora del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Josefina Esteva Navarro, quien señaló como necesario romper con el paradigma cultural con el que crecieron esos tutores.

Los principales casos que se registran en el municipio capitalino ​son​ omisión de cuidados, maltrato físico o emocional y, en menor medida, el abuso sexual, indicó.

Por estos casos, durante 2016, dicha dependencia canalizó a cinco niños a la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia, para que se iniciara una averiguación puntual, las cuales concluyeron en llevar a los niños a un albergue temporal.

A decir de la funcionaria municipal, durante el año pasado hubo un incremento de 40 juicios en contra de los padres de familia, en comparación con 2015 , cuando se abrieron 550 expedientes, todos ellos en materia familiar.

Sin embargo, la directora destacó que dicho promedio no representa un aumento considerable, por lo cual puntualizó que se mantiene la estadística anual.

Ante dichas estadísticas, Josefina Esteva Navarro dijo que se tienen que implementar políticas públicas y programas encaminados a romper los paradigmas de violencia en los que están creciendo los niños, algunos de ellos inclusive en situación de calle, pues de lo contrario se continuarán cerrando estos ciclos, que derivarán en que los ahora pequeños se conviertan en padres agresivos.

“La omisión de cuidados es un fenómeno multifactorial, no tiene que ver únicamente con que los papás no quieran a sus hijos, sino que tiene que ver con situaciones de pobreza, ausencia y a veces con lo que los padres vivieron de niños, eso es precisamente lo que queremos romper, ese círculo con los programas que tenemos con los niños que trabajan en cruceros. Si no hacemos nada va a ser un adulto maltratador”, refirió.

En lo que respecta a los reportes recibidos directamente en el DIF, mientras en 2015 se recibieron 244 reportes, para 2016 bajó a 218.

Destacó que es hasta que asiste la estructura de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia, mediante el programa Prevención del Maltrato al Menor, cuando se identifica que la mayor cantidad de casos se deben a omisión de cuidados.

De acuerdo con la funcionaria, cuando se confirma el maltrato, son canalizados a Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia del DIF Estatal, a fin de que sean ellos quienes inicien un proceso; sin embargo, debe ser la Fiscalía General del Estado quien determine la orden para que sean retirados de sus padres y las autoridades busquen un espacio en casas hogares.

“Se mantiene lo que es su capacidad de atención en promedio. Digamos que se mantiene la cifra de maltrato y probable maltrato que se reciben […], En este programa existe un equipo interdisciplinario que es abogado, psicólogo y trabajadora social, cuando existe un reporte de maltrato, que puede ser anónimo por parte de la ciudadanía, se desplaza el personal al lugar y ahí se inicia todo un proceso de acercamiento de investigación para tratar de identificar si existe un maltrato”, concluyó la titular del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia.

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