Problemas de salud como obesidad, diabetes, hipertensión arterial y padecimientos en el riñón, son algunas de las afectaciones que puede desencadenar el ingerir altas cantidades de sodio, explicó el médico general Héctor Barragán Burgos.

El experto dijo que más que la sal sea la causante de estas enfermedades, es el cloruro de sodio (componente de la sal) el elemento dañino.

El sodio se encuentra en diversos productos o comidas que la población consume y que desconoce que lo tienen: “Son alimentos que la gente no cree que tenga sal”.

“La sal viene en muchos alimentos embotellados o envasados. Por ejemplo, a los niños les dan a beber jugos de marca, porque las mamás piensan que es más saludable que un refresco, pero estas bebidas hacen daño porque además, como muchos alimentos procesados, tienen cloruro de sodio como conservador”, recalcó Barragán Burgos.

El gerente del restaurante Comalli, ubicado en el centro de la capital de Querétaro, Cristian Vásquez, declaró que cada dos meses, el negocio utiliza 50 kilos de sal para los comensales, lo que les genera un gasto de 300 pesos: “Ocupamos un paquete grande como de 50 kilos de sal, lo compramos cada dos meses y gasto alrededor de 300 pesos”.

Tanto el gerente de Comalli como el del restaurante-bar El Regio, Luis Flores, coincidieron en que algunos comensales agregan sal a sus alimentos sin antes probarlos.

“Cuando aún no termina el montaje de la mesa donde falta el salero, los clientes me dicen ¿me pasas la sal? Y aún ni han probado el platillo”, relató Cristian.

Luis dijo que la sal en la mesa es básica, pues sin ella la gente percibe un mal servicio: “Pasa que si el cliente no ve el salero en la mesa se para inmediatamente y toma el de la mesa de lado en lugar de pedirla, pues su urgencia lo hace tomar el de junto”.

Sobre quitar los saleros de las mesas, como desde el viernes sucede en el Distrito Federal, Cristian refirió que “si es por un beneficio del consumidor, está bien, pero por costumbre restaurantera no los quitaríamos a menos que el gobierno lo pida”.

El doctor Héctor Manuel informó que en el argot médico se denomina como “las tres brujas blancas” a la sal, el azúcar y las harinas, por las complicaciones que genera suministrarlas en grandes cantidades: “El consumo excesivo de sal afecta a las personas o las predispone a una hipertensión arterial por el sodio”, llamado el “enemigo silencioso”

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