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“Cada mes llegan a la Unidad de Control Animal Municipal un total de 800 perros y gatos, más de 50% es llevado por sus dueños que ya no pueden hacerse cargo de ellos, pues superan las expectativas de exigencias que esperaban al tener una mascota”, expuso la representante de la Brigada de Protección Animal, Erika Zarazúa Pérez, quien precisó que la cultura de la adopción se ha abierto camino, sin embargo, “falta mucho por hacer”.
Zarazúa Pérez asegura que sólo 10% de los animales que son entregados a la Unidad logra tener un nuevo hogar una vez que la mascota.
Al precisar que la zona norte del municipio de Querétaro es de donde provienen la mayor parte de animales abandonados, la especialista afirmó que este es un problema generalizado, de forma que la organización a la que ella pertenece, “más que rescatar y dar en adopción a las mascotas, se centra en acudir a instituciones educativas y dar charlar informativas con los estudiantes para crear conciencia entre las nuevas generaciones”.
“Es importante que la gente sepa que una vez que se adquiere un perro o un gato el compromiso es de al menos 12 año, vida de algunos de estos animales, aunque se puede extender hasta cerca de los 20 años”, expuso Zarazúa.
La dirigente de la Brigada de Protección Animal destacó que no sólo se debe poner atención en la alimentación, sino que cada tipo de mascota tiene requerimientos especiales, de comida, vacunas, higiene, entre otros. Estimó que un perro pequeño, de cinco kilogramos de peso, se invierte alrededor de 600 pesos mensuales, tomando en cuenta el baño y estética.
“Son los cachorros y los de menor tamaño los que tienen mayores probabilidades de ser adoptados, por lo que es necesario que las personas conozcan que los perros adultos o de tamaños medianos y grandes también tienen ventajas. A esa edad ya se conoce el temperamento del perro, en la mayoría de los casos están educados, tienen el tamaño final, por lo que los adoptantes no tendrán sorpresas cuando crezcan, además estos animales se adaptan más rápido al nuevo entorno”, señaló la coordinadora.
Zarazúa Pérez afirmó que en el estado hay diversas asociaciones civiles que se dedican al rescate de mascotas, mientras las tienen en sus instalaciones son esterilizadas y desparasitadas. Quien desee hacerse cargo de un perro o gato y no lo puede llevar a su casa también tiene la alternativa de apadrinarlo al pagar su alimentación y gastos que genere durante su estancia mientras es adoptado por alguien más.
Los programas educativos sobre el respeto y cuidado animal están enfocados a estudiantes de educación básica, a quienes a través de obras de teatro, cuentos y dinámica se busca concientizarlos sobre que un animal es un ser vivo, no un objeto.
Comentó que hoy en día el rescate animal ya no es una acción que baje los índices de abandono animal, por el contrario, aseguró que esta cifra va en incremento, por lo que recalcó la necesidad de que las autoridades privilegien el tema de la educación.