Desde hace 30 años, Zeferino Palacios Sánchez ingresó al negocio de la carnicería, el producto principal que comercializa es la cecina, la cual envía tanto al interior del estado como al extranjero. Comenta que 50% de la cecina que produce mensualmente la exporta hacia Estados Unidos, y el resto lo consumen queretanos.
Todo comenzó cuando fue ayudante de carnicero, posteriormente abrió un establecimiento del mismo giro y en la actualidad es dueño de tres carnicerías y un restaurante.
“Empecé desde muy niño, ya tengo 30 años haciendo cecina. Antes boleaba zapatos y un carnicero me invitó a ayudarlo a hacer esta carne y le dije ‘pues no sé cómo hacerlo’, pero me enseñó”, relata Zeferino.
Luego de iniciar como un ayudante, el hombre emprendedor decidió establecer su propio negocio, en Jalpan de Serra, de donde es originario: “el primer negocio que tuve fue la carnicería, allá en la Sierra, ahora tengo tres”.
A los 18 años emprendió la primera carnicería, la siguiente a los 22 y la otra a los 35.
En este municipio, uno de los platillos característicos de la región son las enchiladas rojas acompañadas de una pieza de cecina, por lo que el negocio de Zeferino se extendió al ámbito restaurantero: “se dio la oportunidad de comprar el restaurante Karina, allá en Jalpan, y ahí nos hemos entretenido mucho porque el platillo típico son las enchiladas con cecina”.
Diariamente, para abastecer los mercados del carnicero serrano, se ocupa una res, cuya carne suele ser ingerida tanto por quienes radican en la entidad como en Estados Unidos.
Explicó que algunos connacionales que viven en el país del norte regresan a su tierra natal a fin de llevar a su nuevo hogar un poco del sabor queretano, además —aseguró— cumplen con encargos que hacen desde aquellas tierras.
“Diario matamos una res y una parte la exportamos al extranjero y también a los queretanos, pero los que llevan a los mismos de la Sierra se llevan para Estado Unidos”.
La producción de cecina —que suma alrededor de mil kilos mensualmente— se distribuye equitativamente entre ambos territorios.
Aunque el precio de esta carne es de 150 pesos por kilo, Zeferino ha optado por venderla, de acuerdo con su longitud: “la vendemos en promedio en 150 pesos el kilo, pero como está oreada y seca mejor la ofertamos por pieza, le ponemos un precio inicial y en eso se vende, hay de todos los tamaños y precios desde 100 hasta mil pesos”.
Una pieza de cien pesos corresponde a un tamaño de 70 por 30 centímetros, en tanto la de mil pesos es de 250 por 80 centímetros, detalló el comerciante.
Zeferino Palacios concluyó que su trabajo, en todos los aspectos, le es muy gratificante, pues gusta del contacto con la gente y con la naturaleza, “hay mucho contacto con la gente y con la naturaleza, porque se trata de ir a lazar ganado y todo eso, es un proceso tremendo y ya me di a la tarea de tener mi propio rancho, crear y engordar mi ganado. Con ello te tienes que dedicar a la agricultura, a la ganadería, a la carnicería y al contacto con la gente, por eso vale la pena todo el esfuerzo”.
El emprendimiento de Zerafino abarca otros ámbitos: proyecta construir un corredor turístico en Jalpan.
“Ahorita estamos creciendo un poquito más, pensamos en hacer un corredor ecoturístico y poner cabañas, caballos, cuatrimotos y todo ese rollo. Que el turista vaya y se zafe de la ciudad para que tenga contacto con la naturaleza”.