El cambio de horario de verano no afecta el sueño ni crea trastornos como insomnio o somnolencia, aseguró el especialista en neurofisiología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Reyes Haro Valencia.
Este domingo dio inicio el Horario de Verano 2013, a las 02:00 horas, por lo que ayer todos adelantaron una hora sus relojes antes de ir a dormir.
De acuerdo con el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (Fide), esta medida permite hacer un mejor uso de la luz solar y reducir el consumo de energía eléctrica en el país.
El especialista indicó que esta medida no es del agrado de varias personas, porque afecta sus actividades cotidianas, sin embargo, recalcó que “no afecta a los seres humanos en el trastorno del sueño o daños a la salud, ya que el cerebro tiene la capacidad de adaptarse a esos cambios, como ocurre cuando se viaja a países lejanos de Europa o Asia, donde hay modificaciones de siete a 12 horas”.
El también director de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Campus Juriquilla, señaló que desde hace más de 60 años esta medida del horario de verano ha sido implementada en otros países, sin que hasta el momento se haya reportado una alteración a la salud, al estado de alerta o en las funciones mentales.
“Esa modificación no afecta. Por ejemplo, al acostarse tarde los viernes y levantarse el sábado horas después de lo habitual. En la noche del domingo cuesta trabajo dormir temprano y se dificulta despertar el lunes. El desfasamiento lo viven muchas personas cada fin de semana, y no tiene efectos en la salud, sólo se requiere un ajuste en el ciclo de sueño, posible de lograr en un día”, explicó Reyes Haro.
Comentó que el cerebro tiene la capacidad de adaptarse a estos cambios de horario, incluso si son mayores, como ocurre cuando se viaja a países lejanos de Europa o Asia, donde hay modificaciones de siete a 12 horas y que, sin embargo, se superan en uno o dos días.
La adaptación se lleva a cabo en nuestro reloj biológico, llamado “núcleo supraquiasmático”, ubicado donde se cruzan los nervios de los ojos, y que es el responsable de las adaptaciones a los cambios de horario, y que cuenta con toda la capacidad para hacerlo.
“Sin la adaptación que tiene nuestro reloj, no podríamos superar las modificaciones al viajar a otros continentes, es algo que no debe alarmar ni incomodar a nadie, lo recomendable es tomarlo con una actitud positiva”, recalcó.
El especialista recomendó a la sociedad modificar actividades para adelantar la hora de dormir, y acostarse de siete a ocho horas, para evitar trastornos.
El horario de verano en todo el territorio mexicano inicia el primer domingo de abril, se adelantan una hora los relojes, y termina el último domingo de octubre.