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Con el objetivo de rescatar una tradición católica, la diócesis queretana invitó a las familias a que participen con su hogar, el próximo 11 de abril, en la colocación del altar en honor a la virgen de Dolores.
Para poder participar existe un registro previo en la parroquia correspondiente, antes del 8 de abril, registrando el nombre de su familia, dirección y teléfono. Esto con la finalidad de que el hogar registrado sea considerado dentro de la ruta de visitas del altar de Dolores.
De acuerdo con la Iglesia queretana, el objetivo de esta convocatoria, es recuperar una antigua vivencia cristiana, en la cual se resalta el dolor de la virgen María provocado por la pasión de su hijo, Jesús. Además impulsará la evangelización.
Además, la grey católica pretende favorecer la reconstrucción del tejido social, ya que es un evento que conmina a la reunión de la familia para planear la construcción del altar, donde cada miembro de la familia proporcionará un elemento al altar.
El altar colocado por las familias queretanas deberá construirse el jueves por la noche o el viernes por la mañana y estará acondicionado con diversos espacios y elementos, como el Calvario: que es el Cristo crucificado, la virgen dolorosa y ramas de manzanilla en el piso.
También cuenta con elementos como la naranja agria con banderitas doradas, flores blancas y moradas, tapete de aserrín, agua de chía con limón para el visitante, germinado de trigo crecido en la oscuridad para dar el color amarillo y motivos en color blanco y morado.
Las casas que generalmente participan son las ubicadas en el centro histórico, por lo que los altares deben estar en la ventana que da a la calle, en el zaguán, en la puerta principal, donde deben tener un letrero con la frase: “Aquí lloró la Virgen”.
En este sentido, la familia debe disponer de uno de los familiares para que atienda a los visitantes, mismo que en la recepción debe saludar diciendo: “La paz en esta casa”.
El vistante responderá “y con tu bendita familia”. El fiel deberá preguntar: “¿Aquí lloró la Virgen?” y el anfitrión: “Sí, aquí lloró”.
Los elementos que se ponen en el altar, representan los acontecimientos ocurridos con María ante la muerte de su hijo, Jesús.
La naranja agria expresa la amargura del dolor de la Virgen por la pasión y muerte de Jesús. La manzanilla representa la santidad de Dios y la divinidad de Jesús.
El germinado de trigo significa que Jesús es el pan de vida, el aserrín de es el madero de la cruz, las banderitas doradas son las monedas por las que fue vendido Jesús y las flores blancas recuerdan la pureza de la virgen en medio del dolor.
Las flores moradas son el luto de la virgen y el agua de chía y limón, las lágrimas amargas de la Virgen.