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Más de 30 diferentes artistas urbanos se dieron cita en la barda perimetral del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS) número 118, para decorar los muros de la institución educativa con sus pinturas en aerosol, donde expresaron sus alegrías, frustraciones, triunfos y fracasos.
Esta idea nació por parte de los directores, que desde hace tres años permiten que los muchachos que asisten a esta institución y algunos que no lo hacen, tengan un espacio de expresión y no se expongan a que las autoridades los arresten por daños en propiedad ajena. La única condición es que sea una verdadera expresión artística.
De acuerdo con la directora del plantel, María Teresa de Jesús Fadull Sánchez, este espacio se abre cada tres meses para que los muchachos puedan expresar lo que sienten y decorar las bardas de la escuela, que de no ser utilizadas el dinero para el mantenimiento y de pintura, el costo sería muy elevado.
Convocatoria
Algunos de los muchachos que se dieron cita en este sitio, en la parte trasera de la institución educativa, iniciaron a plasmar su arte desde las nueve de la mañana, utilizando pintura de aceite para poder eliminar el trabajo del artista anterior y comenzar a pintar una hora después.
“Estamos buscando espacios, para no pintar ahí en las calles. Que se promueva el graffiti y que se den más espacios, claro el graffiti artístico. Porque para nosotros un rayón no significa nada. Tenemos que usar un buen espacio de pared para poder expresar nuestras ideas, lo que sentimos y lo que queremos. Hay otros que sólo rayan y queman a los que pintan” dijo Israel Martínez que en dos ocasiones fue arrestado por parte de la policía municipal de Querétaro, por estar pintando de forma ilegal.
Su obra en colores azul, negro y amarillo, representa la satisfacción de tener un espacio donde poder pasar la noche a sus 18 años.
“A mí me invitó un amigo y me dijo que iban a organizar un evento para poder pintar. Me comentaron que me armara con mis botes de pintura. Primero, la idea, nace todo en un papel y, posteriormente, el color lo voy agregando conforme voy avanzando en la pared. No puedo colocar un determinada color hasta no tener el muro que voy a pintar. En la pared voy plasmando la expresión de mis ideas, alegrías y frustraciones, mis miedos y tristezas, todas ellas están aquí plasmadas” mencionó Jonathan Zúñiga Peña de 17 años.
Explicó que comenzó a expresarse desde los 14 años y hasta que culmine sus estudios va a dejar de pintar, pero de forma legal en lugares permitidos, o solicitando las bardas a los vecinos para poder expresar su libertad.