Cientos de estudiantes de cuatro instituciones educativas del estado, como la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ); la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), campus Juriquilla; la Universidad Tecnológica de Querétaro (UTQ) y el Instituto Tecnológico de Querétaro (ITQ), se unieron al paro de 24 horas para exigir a las autoridades la aparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Fueron las facultades de Derecho; Contaduría y Administración; Enfermería; Informática; Ciencias Naturales y la Escuela Bachilleres “Salvador Allende”, de la UAQ, las que a partir de las 10 de la noche del miércoles iniciaron con este paro de actividades, el cual concluyó ayer a la misma hora.
En este sentido, las actividades que llevaron a cabo los universitarios fueron no sólo manifestar su inconformidad por la situación que se vive en el estado de Guerrero, sino también llevar a cabo eventos culturales, como la transmisión de documentales, musicales de trova, mesas de reflexión y encendido de veladoras.
Los estudiantes realizaron sus protestas en la explanada de la rectoría de la UAQ; posteriormente, después del mediodía de ayer, se congregaron para marchar hacia la explanada de Plaza de Armas, frente al Palacio de Gobierno, en donde colocaron pancartas de exigencia, así como un moño rojo a la entrada del recinto.
“Vivos se los llevaron, vimos los queremos”, “Guerrero aguanta, Querétaro se levanta”, son algunas frases que resaltaron durante esta marcha, a la cual se sumaron alrededor de mil 600 alumnos de diversas universidades, quienes exigieron a los tres ordenes del gobierno el regreso de estos 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, quienes continúan desaparecidos desde el pasado 27 de septiembre, en Iguala, Guerrero.
Los estudiantes pasaron lista a los 43 jóvenes, al tiempo que gritaban “fuera Peña” y que exhortaban a la ciudadanía a darse cuenta de lo que está sucediendo en México.
Otra de las exigencias a las autoridades del estado por parte de estos universitarios, fue dar respuesta a los casos de 200 desaparecidos que se registran en la entidad y de quienes no se ha sabido su paradero.
Cabe mencionar que los estudiantes se negaron a dar entrevistas a los medios de comunicación, al asegurar que su insignia también se enfoca a la “prensa vendida”. Sin embargo, en todo momento se mantuvo el respeto a los periodistas.