Comunidades de San Sebastián de las Barrancas norte y sur se encuentran en riesgo de perder sus áreas verdes de no contarse con un decreto de reserva ecológica para las zonas boscosas de esas localidades, alertó el regidor Juan Pablo Higuera.
Explicó que estas poblaciones corren el riesgo de registrar un crecimiento poblacional mal planeado, debido a su colindancia con el Estado de México, por ello insistió en la necesidad de buscar el apoyo de la 58 Legislatura para declarar nuevas áreas protegidas en la demarcación.
De acuerdo con la Dirección de Planeación y Proyectos Urbanos de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del estado, entre los municipios de San Juan del Río y Tequisquiapan se ubican 29 zonas de protección ecológica.
Por lo que respecta a San Juan del Río, son 20 mil hectáreas las destinadas a protección ecológica y desde enero de este año se proyectaba obtener el decreto de cuidado para otras 40 mil hectáreas, pero la propuesta no ha llegado a la legislatura local.
Las zonas protegidas de mayor relevancia se ubican en las comunidades de Cazadero y Perales, en esta última se ubica un bosque de encino que es afectado por la tala clandestina; la comunidad limita con el municipio de Amealco y con Michoacán.
Higuera informó que los regidores trabajan en la creación de un reglamento de reordenamiento urbano, en el que se incluya la propuesta de declaración de nuevas zonas de reserva ecológica para evitar la desaparición de áreas boscosas que no están protegidas.
“En este reglamento queremos partir de la ubicación de las áreas que actualmente se encuentran protegidas para difundirlas y evitar que se autorice en el futuro el desarrollo habitacional en estos puntos, pero también queremos proteger localidades que sabemos que no cuentan con esta declaratoria”.
El regidor recordó que se requiere el apoyo de los legisladores para proteger estas áreas naturales y sus alrededores y evitar la construcción.
Expertos de la Secretaría de Desarrollo Sustentable iniciaron el recorrido de campo para descartar posibles talas o invasiones humanos. Con estas acciones se busca actualizar la extensión declarada como reserva y conocer su situación actual,
“Se debe realizar un levantamiento real de las zonas que pueden ser propicias para declararas áreas de reserva ecológica”, expuso.