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80 % de los niños que habitan en la colonia Las Margaritas, ubicada al sur de la ciudad de Querétaro, no reciben educación básica, pues sus familias no cuentan con recursos económicos; aseguró la presidenta de colonos, Alejandra Rivera Yáñez. Autoridades iniciaron obras de urbanización en la calle 1° de Junio -en su tramo desde Guerrero a Pinal de Amoles-. Los ciudadanos se mostraron agradecidos, pero manifestaron que hay una larga lista de solicitudes para mejorar sus condiciones de vida. La falta de educación en los niños que habitan en Las Margaritas es una de las variantes que impide el desarrollo. Alejandra Rivera destacó que esta problemática la padecen 152 familias. Incluso, hay matrimonios que tienen de 3 a 4 hijos y también familias numerosas donde se cuentan con hasta 8 niños, por lo que es difícil enviar a todos los pequeños a la escuela. Rivera Yáñez aclaró que sí existen escuelas en la zona, pero son las condiciones económicas lo que impide proporcionarles educación pública a sus hijos. “80% de los niños no asiste a la escuela. El cobro de la cuota escolar, los útiles, la compra de uniformes, son un gasto muy alto. Se encuentra lejos de las posibilidades de los padres de familia, aunque estos quieran proporcionar el derecho de la educación a sus hijos”. La presidenta de la Asociación de Colonos en Las Margaritas comentó que en diversas ocasiones los vecinos le han comentado que: “o le compran útiles y zapatos, o le compran de comer para darles a todos”. Agregó que están buscando que se tenga un poco de flexibilidad para que las personas que realmente no tienen dinero para comprar un uniforme pues pudieran ir vestidas con ropa normal y en su caso que les pudieran ayudar con los útiles escolares. Las Margaritas es un asentamiento irregular, que ha estado muchos años sin servicios, y otro problema que enfrentan es la inseguridad, falta de agua y servicios básicos. “Somos 152 familias. Desde hace 17 años existe el sitio y los habitantes se mantienen en las carencias. Apenas hace 3 años apenas comenzaron a tocar puertas tanto en gobierno estatal como en gobierno municipal y hoy obtenemos un apoyo”, apuntó. A decir de la presidenta de colonos, la petición que se le hiciera durante su campaña política a Roberto Loyola –ahora edil- fue que se les apoyara a mejorar la colonia, ya que las condiciones en las que se encuentra viviendo son muy precarias. Destacó que las personas de la colonia vienen de Sinaloa, Estado de México, Guanajuato, Amealco de Bonfil y en la ampliación de Las Margaritas “en donde hay una problemática mayor son de Santiago Mexquititlán y San Idelfonso, comunidades indígenas del municipio de Amealco”. La migración de personas a Las Margaritas dio inicio hace año y medio. Las personas que radican en la colonia son –en su mayoría- oriundas del municipio de Amealco de Bonfil, propiamente de San Idelfonso. Dejan a sus hijos en su lugar de origen y se trasladan a la capital queretana a buscar trabajo y abrirse las puertas para poder llevar un ingreso a sus familias. Se dedican a realizar el comercio en la vía pública, albañilería y algunas mujeres se desempeñan como empleadas domésticas. “Yo he platicado con algunas de ellas y me han dicho que con mucho trabajo a veces se quedan sin comer, pero si pueden ir saliendo poco a poco adelante”, apuntó. Es de recordad que los terrenos en Las Margaritas son propiedad federal de la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra (Coret) y desde hace 3 años se están tramitando las escrituras para regularizar los predios. Comentó que hace un año y medio solicitaron a Roberto Loyola (cuando se desempeñaba como secretario de Gobierno del estado) un estudio geotécnico para disminuir las zonas de riesgo de deslave que era necesario para procurar el bienestar de las personas. Gracias a los resultados de este estudio les dio a conocer que la zona de riesgo abarcaba 25 metros: “Se le pidió que nos apoyará con ese estudio porque era muy costoso y las familias de Las Margaritas son de escasos recursos económicos, él nos mandó hacer ese estudio, y de ahí se disminuyó de 25 metros a 6 metros la zona de riesgo”. Para poder tener su vivienda entre los mismos vecinos se han dedicado a trabajar con pico y pala en los terrenos y con carretillas ir aplanando los sitios y poder acondicionar un lugar en donde puedan residir.