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Después de ser operado en marzo de 2011, para cambiar la válvula de derivación que lo mantiene con vida debido a la hidrocefalia con la que nació, pues ésta se había doblado, Jared Cuevas, empezó a sentir mareos, a tener vómito y dolor de cabeza, por lo que fue internado de nueva cuenta, asegura su mamá, Oralia Hernández.
Entre julio y diciembre del año pasado fue intervenido en seis ocasiones en la clínica número uno del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a fin de contrarrestar la sintomatología; el 19 de diciembre pasado, los médicos llegaron a la conclusión de que había sido infectado por la bacteria pseudomona aeruginosa, que se desarrolla en ambientes intrahospitalarios.
Oralia Hernández considera que su hijo adquirió la bacteria mortal, por la deficiente atención brindada durante las intervenciones.
Narró que Jared Anfernee Cuevas nació prematuro y le detectaron hidrocefalia, por lo que le fue colocada una válvula de derivación con la cual ha sobrevivido, sin complicación alguna, durante 17 años.
Fue en 2011 cuando la válvula debió ser cambiada ya que el catéter se dobló y no drenaba correctamente el líquido cefalorraquídeo.
“Debido a la afección de la válvula, el líquido cefalorraquídeo empezó a fugarse por el abdomen, lo operaron en 2011 y tuvo complicaciones en 2012. Desde entonces se ha sometido a siete cirugías”, explicó la mamá de Jared.
Tras la operación, regresaron a San Juan del Río, pero e julio de 2012 comenzaron los problemas.
Desde esa fecha hasta ahora, Jared Anfernee Cuevas Hernández prácticamente ha permanecido en el IMSS, lapso durante el cual ha sido sometido a seis intervenciones quirúrgicas; poco a poco su estado de salud se ha ido deteriorando; desde el 19 de diciembre, que fue cuando se declaró infectado por la Pseudomona aeruginosa. Se mantiene aislado del resto de los pacientes del hospital del IMSS.
Oralia Hernández detalló que las primeras afectaciones que su hijo presentó se derivaron de la tardanza con que eran autorizadas las intervenciones quirúrgicas y su traslado a Querétaro.
La fiebre, los vómitos y mareos, fueron la constante a partir de julio. Jared Anfernee fue internado en San Juan del Río en donde los médicos argumentaban que el paciente sólo presentaba una infección ajena al catéter que se le había cambiado y que por ello no era necesario enviarlo a la capital del estado.
Fue hasta agosto cuando hicieron una tomografía en el hospital de Querétaro. El diagnóstico resultó favorable porque la válvula funcionaba correctamente según el neurólogo; pero Jared continuaba con dolores de cabeza, temperatura y vómito, y aun así regresaron a San Juan.
Un neurocirujano particular revisó la tomografía y detectó que la válvula no funcionaba de manera normal, contradiciendo el diagnóstico de los doctores del IMSS. Además, el especialista advirtió de una posible infección en el sistema neurológico que sería la causa de los vómitos.
Con esta nueva información, Oralia regresó, en octubre, a Querétaro donde se realizó un nuevo análisis del líquido cefalorraquídeo. Ahora, la respuesta de los doctores no resultó alentadora pues se había detectado una infección neurológica por lo que decidieron aislarlo del resto de los pacientes.
Nueva intervención
El 19 de octubre un neurocirujano le practicó una nueva operación para retirar el catéter a Jared y colocarle una válvula ventriculosa a fin de drenar el líquido infectado; programaron una nueva operación para introducir una nueva válvula para el 2 de noviembre, pero fue hasta el 7 cuando entró a quirófano para retirarle la ventriculosa y el día 21 le practicaron la cirugía mayor para introducir una nueva válvula.
Ya en su casa, Jared seguía presentando fugas de líquido cefalorraquídeo en el abdomen, junto con el vómito y el mareo, lo que significaba que las operaciones no habían sido exitosas, situación que se comprobó el 4 diciembre cuando nuevamente tuvo que ingresar a quirófano.
El 19 de diciembre, Jared fue sometido a otra operación en donde se realizaron otros estudios del líquido cefalorraquídeo, detectándose la bacteria pseudomona aeruginosa, lo que, sin embargo, no fue comunicado a la mamá, según ella afirmó.
Al detectar que algo raro pasaba, Oralia tuvo que buscar como pudo el expediente para saber en qué situación estaba su hijo.
“Tuve que encontrar su expediente a escondidas para enterarme de que tenía esa bacteria. Los médicos después me lo confirmaron”, explicó la mamá de Jared.
Oralia Hernández ha solicitado el traslado de su hijo a la ciudad de México, pues considera que el deterioro de salud de su hijo pudo evitarse si se hubiera practicado operaciones eficaces y considera que la negligencia en el hospital es la causa de las complicaciones que ha sufrido Jared.