Sólo 7% de las obras del Plan Maestro Pluvial han sido ejecutadas en Querétaro. Se trata de acciones que son necesarias para minimizar el riesgo de inundaciones, informó Oscar Hale Palacios, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Querétaro.

Reconoció que las 42 acciones hechas por el gobierno municipal de Querétaro están bien planteadas, ejecutadas en zonas claves donde antes había inundaciones.

Sin embargo, las condiciones geográficas de la zona metropolitana y el crecimiento demográfico han provocado que aumenten los escurrimientos que terminan en la zona centro de la ciudad.

El presidente explicó que lo ideal es que los gobiernos canalicen 20% de su presupuesto de obra para acciones pluviales y con ello estará 100% ejecutado el plan pluvial en un sexenio más, es decir, a una visión de 10 años.

“Seguimos con un gran rezago de obra pluvial, tenemos apenas 7% del plan pluvial ejecutado. A este paso nos vamos a tardar un par de años; incentivamos aproximadamente a que 20% del presupuesto de gasto público para obra pública sea destinado a obras pluviales”, dijo.

Incluso, el presupuesto puede ser de 10% a través de los niveles de gobierno, pues existen otras áreas que también deben ser atendidas y que resultan prioritarias para la población.

Hale Palacios pidió a los ciudadanos no ser agresivos con las críticas hacia el gobierno que encabeza el presidente municipal de Querétaro, Marcos Aguilar Vega, pues, afirma, son acciones que se han hecho de buena fe.

“Las obras del municipio son obras bien hechas, no hay que satanizar esas obras, el problema es que tenemos mucha deficiencia de obras pluviales, fue atinado hacer obras en lugares en lo particular”, afirmó.

El plan pluvial que está en marcha se basa en estudios realizados por la Universidad Autónoma de Querétaro, que indican que se requieren acciones que superan los 5 mil millones de pesos.

Técnicamente, dijo el presidente de los ingenieros, es necesario hacer obras en dos aspectos: el plasmado en el plan pluvial —que corresponde a la autoridad— y en donde se identifica las zonas susceptibles de inundación; y la que debe hacer la iniciativa privada en los nuevos desarrollos habitacionales, en donde es necesario que se hagan bordos y otra infraestructura para evitar los escurrimientos.

“Las obras las tienen que hacer de manera más eficiente, a través del mismo desarrollo de los asentamientos, ya sea regulares o irregulares, hace que los escurrimientos vayan creciendo (…). La invitación es a los mismos fraccionamientos que deben tener vasos reguladores, si no se hacen esas aguas van a llegar a un solo lugar”.

Las inundaciones en la zona metropolitana representan un tema histórico y del cauce natural del agua, por la topografía de la región que sólo deja una salida para el agua en una pendiente de apenas 1%, explicó.

“Es una salida mínima y genera una pendiente de 1%. La salida es una y lenta, lo que genera que las aguas arriba que provoca que en el momento que se desahoga aguas arriba en la zona céntrica se hace lenta la salida”.

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