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Seis de cada 10 atenciones en centros de salud y urgencias médicas, durante las vacaciones, se dan a menores de edad; niños entre los cinco y 14 años que llegan a sufrir algún accidentes en el hogar o en automóviles.
Esto lo informó Miguel Ángel Cobo Cerón, coordinador estatal de Prevención de Accidentes de la Secretaría de Salud “la mayor demanda de consulta son niños que se han lesionado. (La situación) cambia mucho en épocas no vacacionales, son los jóvenes, ahorita son los niños porque están en contacto con cosas que no están en lo cotidiano”.
Por estas razones, hizo un llamado a los padres de familia a prestar mucha atención a las actividades de los menores: “los papás nunca deben dejar jugar a los niños sólos, evitar que tengan actividades en juegos mecánicos, brincolines o columpios, sin supervisión”.
Explicó que cuando los niños no van a la escuela, tienen más tiempo “de ocio” por su naturaleza son traviesos y curiosos, lo que los pone en situaciones de riesgo, aún dentro de la casa.
Incluso, el hogar es uno de los lugares donde comúnmente ocurren los accidentes como son quemaduras, cortaduras, caídas, golpes, y demás percances relacionados.
“La mayor demanda de consulta son niños que se han lesionado, cambia mucho, en épocas no vacacionales son los jóvenes, ahorita son los niños, porque son los que están en contacto con cosas que no están en lo cotidiano”, señalo.
La estadística indica que seis de cada diez consultas de urgencia, son para menores de edad; de esos casos, 90% es por incidentes menores, y 10% con lesiones de seriedad, generalmente porque el niño sufrió algún accidente automovilístico, fue atropellado o sufrió una caída de un sitio muy alto.
“Hacemos el llamado a los papás que cuiden a sus niños, que extremen medidas, que no los dejen en ningún momento solos (…) en verano tenemos que los accidentes se pueden presentar tanto en el hogar como lugares recreativos”, señaló.
Entre las recomendaciones para el hogar están: no permitir que los menores entren a la cocina, suban solos escalones o jueguen en ellos; evitar que suban a azoteas, no perderlos en ningún momento de vista y vigilar periódicamente cuando estén jugando en su habitación; al acudir a lugares recreativos, cuidarlos de cerca cuando se suban a resbaladillas, columpios, bicicletas, patinetas, patines; en el automóvil, usar siempre cinturón de seguridad y dejarlos viajar en los asientos traseros del vehículo, no permitir que ‘asomen’ la cabeza u otra parte del cuerpo por la ventanilla; en balnearios, cuidar el uso de salvavidas.