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A pesar de que la mayoría de los gobiernos municipales del país han recurrido a la política de endeudamiento, el municipio de Querétaro ha tomado rumbo diferente, ya que sus pasivos bancarios disminuyeron poco más de 89% en los últimos ocho años.
De acuerdo con datos publicados por el gobierno municipal de Querétaro en su página de internet, hasta el tercer trimestre de 2017 se tiene un adeudo de 84 millones 759 mil 260 pesos, por la contratación de un crédito con BBVA Bancomer, cuyo saldo fue 400 millones de pesos.
En 2009, la deuda pública del municipio alcanzó su máximo histórico, al acumular pasivos bancarios por 798 millones de pesos, producto de la contratación del crédito ya mencionado y de un empréstito contraído ese mismo año con Scotiabank por un monto de 400 millones de pesos, que se liquidó en febrero de 2014, a pesar de que su vencimiento era el 15 de diciembre de 2017
El monto que se adeuda ahora es por un crédito que originalmente se adquirió en noviembre de 2003 con el Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras) y después se transfirió en mayo de 2007 a BBVA Bancomer.
Para el municipio de Querétaro, 2009, es el año que mayor presión financiera sufrió, debido a que se adeudaban 400 millones de pesos con proveedores y contratistas, a los cuales se les dejo de pagar por falta de liquidez y se retomó el cumplimiento de estos compromisos financieros a través de los recursos que se obtuvieron por el crédito con Scotiabank.
Entre 2009 y 2012, las finanzas municipales tomaron una estabilización y el gobierno interino que presidió la panista María del Carmen Zúñiga, concluyó su periodo con una deuda que ascendió a 438 millones de pesos, es decir hubo una reducción de 360 millones de pesos, de acuerdo a los pasivos que se tenían tres años antes.
El gobierno municipal que tuvo tres alcaldes priístas (Roberto Loyola, Luis Cevallos y Rafael Rodríguez) durante 2012-2015 dejó un saldo en la deuda de 200 millones de pesos.
Actualmente la deuda municipal, a través de los pagos adelantados que se han efectuado al banco, supera los 84 millones de pesos, pero el secretario de Finanzas Rubén Álvarez Lacuma dijo que el plan es heredar a la siguiente administración, que inicia el 1 de octubre de 2018, pasivos bancarios por 51 millones de pesos.
El funcionario explicó que este monto de 51 millones de pesos será contemplado como cifra base para la elaboración de la Ley de Egresos del siguiente año y será ahí donde se determinen las formas de pago, así como los períodos.
“Prácticamente, el municipio tiene una deuda manejable. Esta administración va a estar amortiguándola lo más que puede. Ahorita lo que estamos pagando son 52 millones de pesos en el ejercicio fiscal 2017. Vamos a esperar para 2018, y ahí debe estar contemplado el pago de la deuda en ese año, para garantizar que se siga pagando y liquidando esta deuda”, finalizó.