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L as mujeres de a caballo reciben el nombre de escaramuzas y al igual que los charros portan también una indumentaria tradicional. En sus vestidos destacan tres: el de faena, de adelita y el de ranchera. Y están hechos de diferentes materiales como algodón, manta y lino, principalmente. Los holanes son algo importante en la competencia y se considera obligatorio.
Esta arraigada tradición en México proviene de la época colonial, cuando el uso del caballo era reservado sólo para los varones españoles y criollos.
En un intento por facilitar el trabajo en el campo, se autorizó a una veintena de indígenas el uso de equinos, y de esta forma comenzó lo que se conoce como charrería o deporte nacional en nuestro país.
Aquí en Querétaro, este deporte cuenta con mucha popularidad y en diferentes plazas y municipios son comunes las competencias como la que se realizó el día de ayer en el marco del Día Internacional de la Mujer donde además se apreciaron diversas actividades para reconocer la relevancia de las mujeres del campo.
En Tequisquiapan, el Lienzo Charro fue testigo de la competencia de diversos equipos de escaramuzas en los cuales las mujeres lucieron preciosos vestidos y cabalgaduras. En total participaron 150 mujeres a caballo que fueron aplaudidas por su capacidad para desempeñar suertes arriesgadas, además de representar el valor y la belleza de la mujer mexicana.
La charrería es un deporte muy practicado por quienes habitan en los municipios del semidesierto de Querétaro. Por ello, durante todo el año se da comienzo a estas fiestas de color, belleza y música.
Las mujeres a caballo cumplieron hazañas y ejercicios en equipo difíciles de realizar ya que requieren de entrenamiento y gran dedicación. Para ellas y su familia, participar en estos espacios es fomentar el ambiente deportivo y de unidad, además de dar a conocer historia, tradición y cultura.
