Gonzalo Paz Silva lleva tres meses laborando en la fundación Bertha O. de Osete. Carente de una de sus piernas, ingresó a la presidencia municipal en San Juan del Río en 2009 y fue dado de baja en octubre de 2012.
Paz Silva es uno de los 60 afiliados al Sindicato Independiente de Trabajadores Adscritos al Municipio que fueron despedidos en 2012, según cifras de la secretaria general, Mónica Rodríguez.
Gonzalo estuvo laborando en el área de Archivo en el periodo 2009-2012, pero el cambio de administración no le favoreció. Aunque no intentó interponer demanda laboral, entendió que por el inicio de un nuevo gobierno debían cumplirse compromisos que costarían el empleo a muchos.
Luego de ser dado de baja, permaneció sin empleo cerca de cinco meses, tiempo en el que debió enfrentarse a numerosas negativas para volver a laborar. Gonzalo perdía las esperanzas de volver a trabajar por su condición física.
“Encontrar trabajo es un problema muy grande para las personas que tenemos algún tipo de discapacidad, muchas veces las puertas se cierran antes de ser escuchados, antes de que conozcan nuestras cualidades”, dijo.
En la fundación Bertha O. de Osete Gonzalo encontró la oportunidad. Lleva ya tres meses en esta empresa dedicada a la elaboración de sillas de ruedas y que ofrece espacios laborales a personas con alguna discapacidad.
Para él, contar con trabajo no es sólo una oportunidad de mantenerse activo y demostrar sus cualidades, sencillamente requiere laborar para poder enfrentar sus gastos personales.
De acuerdo con cifras del DIF municipal, se estima que en San Juan del Río hay más de 33 mil personas discapacitadas.
La actual administración recurrió al recorte de personal en el sistema DIF para ahorrar recursos que destinarían a un programa social dedicado a personas con discapacidad.