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La guacamaya verde es una de las especies que más se cuidan, en donde grupos de la sociedad civil, como el Grupo Ecológico Sierra Gorda, han logrado permear sus propuestas, que ya es la propia comunidad, quien se organiza, y crea conciencia desde la familia.
En este tenor, habitantes de la localidad del Sauz de Guadalupe, en Pinal de Amoles, en conjunto con el Comité para la Protección de la Guacamaya Verde, se desarrolló el Primer Festival de la Guacamaya Verde, el cual tuvo la finalidad de continuar con la labor de preservar esta ave endémica en peligro de extinción.
En este festival se contó con la participación del Ballet Folklórico Tlakaellel y Huixamatli de Chimalhuacan Estado de México, esto a través de un intercambio cultural realizado con este municipio. En representación del gobierno municipal, acudió el director de cultura, Bernardo Reséndiz Martínez, quien felicitó a los organizadores del evento.
Estudios del Grupo Ecológico Sierra Gorda destacan que México es uno de los 12 países considerados mega diversos, ya que alberga 60% de las especies de flora y fauna conocidas en el mundo. La compleja geografía mexicana ha generado impresionantes tesoros naturales de gran belleza, además de diversidad biológica.
Así, la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda, al norte de Querétaro, fue decretada el 19 de mayo de 1997, con la meta de proteger la riqueza de sus ecosistemas y especies.
La administración de la reserva, quedó a cargo del Grupo Ecológico Sierra Gorda, que desde ese momento pusieron en marcha distintos programas para llevar a la región a la sustentabilidad integrando la participación de las comunidades serranas y logrando con ello la protección y restauración de suelos, recursos forestales y vida silvestre.
Esta reserva forma parte de la Sierra Madre Oriental y se localiza en el centro-oriente de México, al norte de Querétaro, en un punto donde confluyen las dos grandes regiones neártica y neotropical, y ocupa un área de 383,567 hectáreas distribuidas entre los municipios Jalpan de Serra, Landa de Matamoros, Arroyo Seco, Peñamiller y Pinal de Amoles.
Tiene una geografía en extremo accidentada, cuyas altitudes van desde los 300 msnm en cañón del Río Santa María, de Jalpan, hasta los 3,100 msnm, en el Cerro de la Pingüica, en Pinal de Amoles. Además, debido a la naturaleza característica de la región se encuentra un gran número de sótanos, grutas y galerías subterráneas, como el Sótano del Barro, con 410 metros de tiro vertical, verdadero paraíso para espeleólogos y geólogos.
Con los trabajos realizados por investigadores de distintas instituciones, hasta el momento hay registradas dos mil 308 especies de plantas vasculares y 127 del reino fungí, aunque se cree que este número crecerá significativamente dada la gran cantidad de biomas existentes.
Actualmente, hay reportadas 580 especies de vertebrados, de las cuales 323 son aves, con 19 órdenes distintas, 53 familias, 220 géneros y 27 especies endémicas a la reserva. Los mamíferos suman 131, lo que ubica a la reserva en primer lugar nacional seguido por Montes Azules, con 112. Hay 71 especies de reptiles y 23 de anfibios, éstos últimos los menos estudiados.
