Unos de los mercados más emblemáticos de la capital de Querétaro es el Escobedo, lugar donde se congrega una gran variedad de marchantes, entre ellos, María del Carmen López Rangel, vendedora de sombreros.
Todo empezó cuando en los años 60 cambiaron de sitio a diversos comerciantes queretanos: de Plaza Constitución fueron trasladados a lo que hoy es el mercado Escobedo.
“Llegamos desde que inició este mercado, venimos desde el anterior que estaba en la plaza del centro, ahí en la Plaza Constitución. Nos tiraron del mercado aquel y nos tuvimos que venir para acá”, relató la propietaria de la antigua sombrerería.
Anteriormente vendían artículos para el campo: “petates, almartigones para los animales, ayates (tela de fibra de maguey), cinchas (fajas para asegurar sillas de montar), canastas y huaraches”, aseguró la comerciante. Sólo unos años después de haber llegado al mercado, María del Carmen y su esposo comenzaron a vender sombreros.
“Un amigo de mi esposo nos animó a vender sombreros, él los elaboraba y los traía de Amealco”. Por ello, desde hace 40 años María y su esposo venden una de las prendas más antiguas.
Los sombreros provienen de diversos estados como Oaxaca, Puebla, Estado de México y Guanajuato.
“Los pioneros del sombrero se asientan en San Francisco del Rincón, Guanajuato, este lugar está a cinco kilómetros de León. Y de allá traemos algunos de nuestros sombreros”.
María del Carmen recordó que uno de sus clientes era el actor de cine mexicano Fernando Casanova, “que en paz descanse, él era nuestro cliente”. Y también los amantes de la fiesta brava, quienes —dijo— eran asiduos compradores.
“Los tiempos han cambiado, quienes van a los toros ya no compran como antes; ahora vendemos más cuando hay festivales”. Explicó que durante mayo y septiembre tienen más ventas debido a que son temporadas de festivales escolares.
“Ahora vendemos más sombreros para los festivales, para eso vendemos el económico, el de paja, pues lo compran para utilizarlo durante un ratito”, compartió.
Doña María comercializa una extensa variedad de sombreros: tipo Panamá, de lona, de palma, tejanas de lana, de pelo de conejo y de pelo de castor. Así como varía el tipo de sombrero, varía el precio: desde 15 pesos el de paja hasta dos mil 500 el que es hecho con pelo de castor.
Entre sus clientes también están los jóvenes queretanos, que acuden a adquirir las tejanas con las que irán a charrería y rodeos, “a veces son ellos quienes compran de los más caros”.
Así lo relató la mujer que a sus 69 años sigue atendiendo el local desde hace más de 46. El negocio cumple años el mismo día que se festeja el aniversario del mercado Escobedo, el 24 de septiembre.