El hecho de que un médico no esté certificado no significa que no pueda ejercer, pues cuenta con el título de médico, con una especialidad, pero no cuenta con el aval de su asociación para reconocerlo como galeno actualizado, afirmó el titular de la Comisión de Arbitraje Médico en Querétaro, José Norberto Plascencia Moncayo.

Señaló que es importante que la sociedad comprenda en qué consiste la certificación, pues, la misma se da cuando los médicos ejercen una especialidad, para lo cual deben de actualizarse de manera constante.

Explicó que tras estudiar en la universidad para titularse de médicos generales, los egresados pueden optar por una especialidad, que se estudia en cuatro años, en la mayoría de los casos, pero es necesario ser médico, ya titulado y con cédula profesional, en alguna institución hospitalaria, por lo regular del sector público y privadas, que tienen autorizado por un consejo nacional que lo vigila, preparar especialistas.

“Después de esto, esa persona, después de cursar esos cuatro años en el hospital, de hacer especialidad, recibe un certificado de esa institución y generalmente un certificado de la universidad que avaló a esa institución y el curso, donde se le califique como especialista”.

Trámite aparte es la certificación, que nace de los 47 consejos de especialidades médicas, que cubre casi todas y son los encargados de certificar y recertificar al médico especialista.

“Ya que el médico tiene su título de especialista, entonces presenta un examen, para obtener la certificación del consejo, que actualmente, según las leyes vigentes, es la única manera de obtener una cédula profesional de especialista. Para obtener una cédula profesional de especialista, dice la ley, que la Secretaría de Educación Pública tiene que consultar al Consejo Nacional de Especialidades Médicas, que es el que reúne a todos los consejos, entonces solo se le da cédula profesional de especialista al médico que ya cursó la especialidad y presentó el examen de su consejo”, dijo.

Esa certificación, indicó, dura cinco años, por lo que terminado ese lapso el médico tiene que recertificarse ante su consejo de la especialidad, pues los avances en los tratamientos médicos y los descubrimientos lo obligan a estar actualizado.

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