En la comunidad de Cerro Gordo, la Iglesia católica fomenta la unificación de criterios entre habitantes de la zona urbana y la rural; a decir del sacerdote Jorge Valencia García las diferencias del ritmo de vida entre ambos sectores generan conflictos que han podido ser resueltos a través de la coincidencia en la fe.
En esta zona, habitantes se han esforzado con su cooperación para crear la parroquia de la comunidad sobre el templo actualmente existente y que además brindará servicio a habitantes de las comunidades de El Sitio donde la actividad rural difiere en extremo con la rutina acelerada de las familias de Cerro Gordo, localidad con mayor acercamiento al sector urbano.
A dos años de estar a cargo de la iglesia de Cerro Gordo, el sacerdote Valencia García asegura que la diferencia de actividades entre la zona rural y la urbana pueden apreciarse perfectamente en esta localidad en la que conviven los dos sectores ante la cercanía con Cerro Gordo.
Para el sacerdote Valencia, una de las principales problemáticas que enfrentan las familias de la zona urbana es la falta de tiempo para poder estar con sus hijos lo que deriva en problemas de adicción en adolescentes, situación que se vive constantemente en Cerro Gordo.