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En el municipio de San Juan del Río se encuentra la comunidad El Organal, donde casi todos los habitantes se dedican a la siembra y cosecha de rosas.
Hablar de El Organal es hacer referencia a una comunidad que agasaja a las mamás con sus miles de rosas producidas todo el año. Pero muy en especial el 10 de mayo, cuando se distribuyen a mayor escala en todo el estado de Querétaro.
Más de 23 productores concentra la Cooperativa de floricultores y otros cuantos se dedican a producir de forma independiente.
El señor Juan Serrano es uno de los floricultores y tiene más de 15 años ejerciendo su oficio como sembrador de rosas. Para él, la venta de flores en estas fechas es más redituable que sembrar maíz.
“Llevo 15 años trabajando la producción y toda la familia apoya. Y es mejor producción para nosotros que dedicarnos al cultivo de maíz. Sí es pesado el trabajo, pero los resultados son satisfactorios, porque nuestro producto siempre es apreciado por la población”, relata en entrevista para EL UNIVERSAL Querétaro.
Por cada hectárea trabajada, se producen cerca de 25 gruesas de flores, es decir, hasta 3 mil 600 rosas diarias durante el mes de mayo, de acuerdo con la Cooperativa.
En la comunidad, los floricultores ofrecen la docena de rosas en 25 pesos, pero semanalmente invierten cerca de mil pesos en riego y plaguicidas, para evitar afectaciones.
Las ciudades de Querétaro y San Juan del Río son los principales mercados para los productores independientes. Mientras que los floricultores que forman parte de la cooperativa se han abierto paso para llevar la flor a entidades cercanas, como Guanajuato y el Estado de México.
Es tradición en estas fechas ver a los productores ofrecer directamente las rosas por doquier. Llegan a la cabecera municipal de San Juan del Río a bordo de sus camionetas abarrotadas de flores para ofrecerlas a los comercios y transeúntes.
La respuesta de los consumidores es favorable, pues logran un incremento de hasta 50% en las ventas.
El 10 de mayo es muy oportuno para que los productores locales ofrezcan sus flores de calidad a un costo más accesible, frente a los arreglos que se muestran en los locales establecidos en San Juan del Río.
Aunque el clima es benévolo para las rosas, los floricultores deben recurrir a grandes volúmenes de agua para mantener “el producto fresco”. Por ello utilizan agua del canal que circula lo largo de la comunidad, abastecido por los pozos cercanos. Los productores de la cooperativa coinciden en que las plagas y el invierno son los principales enemigos de la rosa.
Para Juan Serrano, el colorido de sus rosas es el aliciente diario para comenzar la ardua tarea de cultivar las plantas, cuidar la flor y cortarla con mucha delicadeza, para evitar lesiones.
Todo este proceso representa un valor de 25 pesos por docena, que con gusto pagan los habitantes de San Juan del Río para festejar a las madres en su día.