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San Juan del Río
F amilias con viviendas en la zona de derrumbes del barrio de La Cruz han retornado a sus antiguos hogares ante la falta de acciones de autoridades municipales para anclar las rocas, además del retraso en la entrega de dinero para pagar la renta de otras casas.
Desde hace un mes, seis de las 13 familias desalojadas de la zona de riesgo, permanecen de forma definitiva en sus antiguos hogares. Estos habitantes desestimaron que se lleve a cabo el anclaje de rocas, tal como autoridades lo anunciaron, pues a más de un año de haber dejado sus hogares, nada se hizo para proteger la zona.
Quienes retornaron a sus hogares ubicados a unos metros de las rocas que penden en el barrio desecharon la posibilidad de que haya derrumbes en la zona; aseguraron que por más de 20 años han habitado en esta parte del barrio de La Cruz sin que se haya registrado una caída de alguna roca.
De igual forma, coincidieron en que el retraso de las autoridades para entregarles el apoyo mensual para pagar sus rentas los obligó a retornar a sus hogares. Tras regresar a las viviendas, estas familias dejaron de recibir el apoyo para el arrendamiento de parte del gobierno municipal.
Silvano Hernández Mendoza es una de las personas que retornó con su familia a su vivienda que, aseguró, ha permanecido intacta por más de 50 años en esta zona, ahora declarada de riesgo por derrumbes. “Esta casa era de mi suegro y del tiempo a la fecha no se ha movido nada en el barrio; nosotros estuvimos de acuerdo en desalojar para que se hiciera el anclaje de rocas como nos dijeron pero en el tiempo en que no estuvimos no se vio nada de trabajo de parte del gobierno”, dijo.
Fue en julio de 2013 cuando las 13 familias de la zona de riesgo sacaron sus pertenencias más valiosas de sus hogares para iniciar la renta de casas ubicadas en sitios más seguros del barrio de La Cruz; autoridades municipales aprobaron previamente una bolsa económica para un recurso inicial de 250 mil pesos para dotar mensualmente del recurso necesario para que las familias pagaran la renta durante cinco meses, periodo en el que se comprometieron a iniciar los trabajos para el anclaje de las rocas.
Pero Silvano Hernández aseguró que desde el desalojo de la zona, sólo se vio a personal de Protección Civil haciendo revisiones a las rocas durante los primeros meses, sin que retornaran al lugar con maquinaria para el anclaje de rocas, como suponían los habitantes que ocurrirían.
“En el tiempo que nos desalojaron no se hizo nada en la zona, veníamos a darle una checada a la casa y nunca vimos alguna maquinaria o a personas anclando las rocas, y luego el dinero para el pago de rentas se fue atrasando y los dueños de las casas que rentábamos no nos podían esperar, era molesto estar pidiendo tiempo en lo que nos llegaba el dinero de la presidencia”, señaló.
El periodo de apoyo económico a los habitantes se extendió hasta 2014 con la aprobación de otras dos bolsas para las rentas, tiempo en el que las autoridades solicitaron apoyo de otras instancias para poder anclar las rocas.
El gobierno municipal solicitó recursos a la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano para lograr el anclaje de rocas postergado desde 2012 cuando se anunció. La solicitud de cuatro millones de pesos a la Sedatu era la alternativa esperada ante la falta de respuesta del Centro Nacional de Prevención de Desastres Naturales (Cenapred) donde inicialmente se hizo la gestión de dicho recurso.
En desacuerdo por reubicación. Recientemente, el secretario de gobierno, Vicente Pérez, y el delegado de la Sedatu, Hugo Cabrera, coincidieron en que la mejor alternativa para los habitantes del barrio de La Cruz era reubicarlos definitivamente a otros sitios más seguros ante el retraso en las gestiones de dinero para el anclaje de rocas.
Pero los habitantes de la zona han manifestado su desacuerdo a la propuesta inicial de reubicación, ya que las autoridades les plantearon la posibilidad de proporcionarles una vivienda en Cerro Gordo, sitio que consideraron muy alejado de su barrio.
“Nos proponían darnos una casa en Cerro Gordo pero está del otro lado de la ciudad, nos queda muy lejos para nuestras actividades que ya tenemos y esta propuesta nunca se formalizó, entonces fue que mejor decidimos regresar a nuestras casas, ya que no se hizo ni una ni otra cosa, y ahora tampoco nos dan el dinero para la renta porque ya nos regresamos”, explicó.
Silvano Hernández aseguró no temer a un eventual derrumbe en la zona ya que insistió en que durante muchos años las rocas señaladas como riesgosas han permanecido intactas sin sufrir una modificación, “así como está ahora, así siempre ha estado la zona desde hace 50 años; cuando se construyó la autopista 57 ponían barrenos cerca del barrio y ni así se movieron las rocas”, concluyó.