Ser madre no es sencillo, pero serlo de un policía es aun más complicado. Eso lo sabe bien María del Carmen Chavero Granados, madre de Jonathan Mendoza Chavero, uniformado de El Marqués que ayer fue reconocido por las autoridades de ese municipio.

El patio de la Casa de Gobierno de El Marqués luce lleno de policías, mientras que en la calle Emiliano Zapata las patrullas ocupaban muchos de los lugares de estacionamiento, y llamaban la atención ciudadana.

Mientras a algunos de los agentes les entregaron equipo y a otros, apoyos económicos para mejorar sus viviendas; Jonathan recibió un reconocimiento por su trabajo.

Cuando el maestro de ceremonias dice su nombre y el rudo oficial de policía pasa con su más de 1.75 metros de estatura a recibir su galardón, una mujer se levanta y camina también hacia el templete de las autoridades municipales.

El policía recibe su reconocimiento. Es uno de los elementos que participaron en la liberación de tres rehenes en una casa de seguridad, al detener a varios sospechosos de pertenecer a una banda de secuestradores.

Luego de las fotos, María del Carmen regresa a su lugar y su hijo al suyo. Tras la ceremonia, la mujer narra que desde adolescente Jonathan se sintió atraído por el trabajo policial y de salvaguardar la seguridad.

“Le empezó a gustar mucho trabajar en seguridad privada. Hizo su servicio militar tres años y le gusta mucho esto. Me decía que quería ser policía. Le respondía que fuera lo que deseaba, pues queriendo lo logras, y si eso es lo que te gusta, adelante”, explica.

Comenta que cada vez que su hijo sale a trabajar se lo encomienda a Dios, para que no le pase nada, aunque con tranquilidad y resignación, dice que está preparada ante cualquier cosa que se pueda presentar.

Jonathan, explica su madre, tiene 12 años de casado y dos hijos, uno de 18 y otra de 14 años de edad. Dice que a Jonathan le gusta comer de todo, “es de buen diente”, y cuando puede le agrada reunirse con su familia.

Los policías deambulan de un lado a otro. Esperan órdenes de sus superiores, pues les van a hacer una propuesta. Les preguntan quiénes quieren ser voluntarios para vigilar en la feria anual de Querétaro. Algunos dudan. Un par de ellos responden de manera afirmativa a la pregunta.

Como dijo en su en la ceremonia protocolaria el oficial Iván Fuentes Aguillón, “ser policía es escribir el capítulo más grande de nuestra vida, que es vivir para servir, es salvaguardar la integridad física y patrimonial de miles de ciudadanos. Ser policía significa vocación para servir al prójimo, es sinónimo de esfuerzo, paciencia y dedicación, misma que es impulsada por el apoyo y la comprensión de nuestras familias”. Eso María del Carmen lo tiene presente todos los días.

Fuentes Aguillón también participó en la liberación de los menores, por lo que también recibió un reconocimiento.

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