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Representantes de las cafeterías de la marca Maniática y de las sociedades de alumnos de las facultades de Ciencias Políticas e Ingeniería de la UAQ negaron la versión de los ex docentes universitarios Pedro Morales Zavala y Enrique Becerra Arias de la existencia de corrupción en el proceso de entrega de las cafeterías al interior de la casa de estudios queretana.
En días anteriores, Morales y Becerra —el primero, integrante del comité del SUPAUAQ dirigido por Saúl García Guerrero— ofrecieron una rueda de prensa en donde afirmaron que existía corrupción al interior de la administración de la Universidad Autónoma de Querétaro; específicamente acusaron “a un hijo” de la secretaria de la Rectoría, Rocío Peniche Vera, “de adueñarse” de 10 de las 14 cafeterías ubicadas en diferentes unidades académicas, a través de la adjudicaciones de Maniática.
Al respecto, Ricardo Javier García Basurto y Luis Francisco Bastida Villegas, concesionarios de los citados comedores, en rueda de prensa aclararon que sólo operan en tres facultades: Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, e Ingeniería; además indicaron que no tienen ninguna relación con Peniche Vera ni con autoridades administrativas o de la Federación de Estudiantes de Querétaro (FEUQ) y acusaron a los ex docentes de mentir y causar un daño moral al utilizar su marca para desprestigiar a la UAQ.
“Desmentimos que la labor de Maniática sea en complicidad con alguna autoridad universitaria, pues el hecho de que nuestra marca administre los comedores de tres facultades se debe a años de arduo trabajo, un buen servicio en general y a la aprobación de la comunidad universitaria que nos han permitido servirles desde hace aproximadamente cinco años”, dijo Ricardo García Basurto.
“Enrique Becerra y Pedro Morales afirmaron que de manera arbitraria se están otorgando los contratos de las cafeterías a Peniche Vera, lo cual a todas luces es una falacia, ya que estos documentos están a nombre de Ricardo Javier García Basurto, propietario de la marca”, agregó el concesionario.
Según los responsables de los comedores, cada facultad establece la duración del contrato con las cafeterías, dependiendo de encuestas de satisfacción con los alumnos pertenecientes a las unidades académicas; pero éstos pueden ir desde seis meses hasta un año, con opción a renovación.
Además, indicaron que sí se paga una renta a la Universidad Autónoma de Querétaro pero, como sucede con la facultad de Ciencias Políticas, este recurso puede cubrirse de forma parcial otorgando becas alimenticias que son administradas por el Consejo Estudiantil.
A nombre de la sociedad de alumnos de la FCPS, el estudiante Adán Sánchez opinó que las declaraciones de los ex docentes sindicalizados afectan a la comunidad universitaria en general y a todas las facultades, así como a las sociedades de alumnos a quienes se les ha acusado de corruptas.
“Creo que esta acusación no lleva a ningún fin, es una acusación que se hace de forma mediática, que se hace por rencores”, dijo.
Por su parte, Luis Francisco Bastida exhibió los papeles que avalan la propiedad de la marca, así como el registro ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y los contratos que se han firmado con cada una de las facultades.
“Hemos obtenido la concesión a través de invitaciones públicas, en las que se ha concursado contra otras personas que tenían la misma intención que nosotros; no hemos ganado todos los concursos y actualmente laboramos en tres cafeterías y no en 10 como lo han manejado”, apuntó Bastida.