María Luisa Juana Chávez Munguía tiene 56 años de edad, es una mujer separada desde hace 24 años y se hace cargo de siete hijos. Para ella, ser madre significa un orgullo, aunque le ha sido difícil sacarlos adelante.
En entrevista para EL UNIVERSAL Querétaro, relata que dos de sus hijos sufren de adicciones a las drogas y además tiene una hija que es madre soltera de seis niños. Ella barre las calles de la ciudad y obtiene un ingreso quincenal de mil 500 pesos, que no es suficiente para mantener a toda su familia y la de su hija.
“La verdad, pues, hasta ahorita he salido adelante con todos mis hijos, divorciada, pero a la vez me siento bien y a la vez me siento muy mal”, expresó María Luisa.
Con una mirada triste platicó que al ser madre, ha tenido muchas angustias a lo largo de su vida, ya que ha visto a sus hijos y sus nietos sufrir por la falta de recursos económicos, y ha tenido que doblar turnos para obtener recursos para que coman y que, quienes así lo deseen, puedan estudiar.
“Yo no puedo, la verdad, entonces mis hijos, dos de los que tengo solteros se drogan y es muy feo, yo ya no sé cómo ayudarlos, me siento perdida. No me entienden por más sacrificios que yo hago de querer sacarlos adelante”.
Doña María Luisa comentó que ha tenido que cargar con un viacrucis muy grande por sus dos hijos drogadictos; señaló que uno de ellos se encuentra actualmente internado en un anexo, y otro está en su casa pero que ha pasado por siete anexos y no ha podido recuperarse, y dijo sentirse mal porque este día (ayer) no va a poder compartir con ellos.
Agregó que su hija no quiere trabajar y tiene seis niños, y toda la obligación recae sobre ella, quien tiene que estar atenta de su crecimiento, ya que nadie más lo hace. María Luisa debe guardar una parte de su salario para comprarles comida a sus nietos y comprarles algo de ropa.
“Yo los mantengo con lo que yo puedo, con lo que esté a mi alcance. Mantengo a mis hijos y a los hijos de mi hija, que se puede decir que son míos porque están registrados como si fueran mis hijos, y hasta ahorita con dolor y todo me siento orgullosa de lo que he logrado”, dijo.
La señora María Luisa comentó que ella ha conocido a muchas mujeres que no aguantan la presión de sacar adelante una familia y que consumen drogas o alcohol; sin embargo, ella no se ha animado a ir por la salida fácil, como ella señala, sino que ha luchado para poder ser un ejemplo para su familia.
Un “lujo” de vez en cuando
A veces tiene que trabajar dos turnos como barrendera para poder obtener a en su quincena 2 mil pesos, que sirven para los pagos cotidianos o para darse un “lujo” en la comida de sus hijos: algunas piezas de carne, expresó la señora.
“Me da mucho orgullo tener mi trabajo porque con sacrificios y todo he salido adelante. Porque yo vengo de un tiradero, en ese lugar yo vivía con mi primer hijo y poco a poco he salido adelante y con la frente en alto; me siento muy orgullosa porque a mis hijos les he dado lo que puedo”, finalizó.