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El caramelo es dulce pero ahora puede ser incluso hasta tierno, ya que puedes decir lo que quieras con este tipo de caramelo que se elabora con base en una técnica argentina; Ilustramos aquí el procedimiento.
Desde que llegó a Querétaro esta técnica ha causado sensación entre los clientes y las personas que llegan a ver esta golosina con nombres, figuras, y diferentes formas.
Con una técnica proveniente de Argentina, un par de jóvenes empresarios vieron que el hacer caramelo en México con diseños innovadores les daría buen resultado.
Atraídos por la curiosidad de cómo se preparan estas dulces formas, decidieron meterce a la cocina para conocer cómo se hace el caramelo con palabras y figuras.
Este proceso inicia preparando el diseño y derritiendo el azúcar dentro de una olla. Una vez que tome consistencia líquida, se pasa a la mesa, donde se le agregan los sabores y colores que le darán vida a esta deliciosa golosina.
Con el juego de choque de temperaturas va moldeando y convirtiendo el azúcar en dulce; sirviéndose de estirones, como si se tratase de masa de pan, se le introduce al caramelo aire para que adquiera una textura porosa y se derrita cuando es intruducido a la boca.
En esta parte del proceso la “magia” del caramelo y sus palabras empiezan a hacer lo suyo. Se arman placas de caramelo y se introducen las letras, se envuelven dentro de más placas de caramelo y se amasa en una mesa caliente que derrite de inmediato la sustancia.
Ya realizado todo lo anterior, llegamos a la parte final, donde se estira el caramelo para hacer unos angostos palitos que traen dentro el nombre, haciendo que todos se pregunten: ¿cómo es que se hizo?
Sin duda un proceso largo y cansado para quien elabora esto, pero para el que disfruta el caramelo es un deleite con nombre o hasta figura de algún personaje sacado de alguna caricatura popular.
