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Hasta el momento ya son cinco las osamentas localizadas en el centro histórico de la capital queretana, todos acomodados de la misma manera, y los trabajos siguen en la zona, informó el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Querétaro, Manuel Naredo.
En entrevista, señaló que el personal sigue trabajando en el lugar, lo que ha dado como resultado el hallazgo de dos osamentas más, que se suman a las localizadas la semana pasada en el inmueble marcado con el número cuatro de la calle de Allende, donde en la época virreinal se localizaba el Hospital de los Hipolitos.
Los restos fueron localizados a poca profundidad, alrededor de 70 centímetros, relativamente poco para un hallazgo de estas magnitudes.
Manuel Naredo indicó que se “está haciendo el trabajo propio del rescate. No tenemos una fecha precisa para concluir porque depende de lo que siga apareciendo, así como del terreno, que es muy húmedo y eso cuesta un poco más de trabajo cuidar los huesos”.
Explicó que en los cuatro años de su administración es la primera ocasión en la que se registra un hallazgo así en la ciudad de Querétaro, aunque precisó que no es algo raro, sobre todo en espacios como este, que fue un hospital o donde hubo panteones.
“Con estas características, puede que haya habido una denuncia y hubiéramos hecho un rescate de esa naturaleza, en los cuatro años que he estado aquí, no. Antes sí”, aseveró.
Dijo que aún no se localizan objetos que pudieran arrojar luz sobre la época de la que datan estas osamentas, ya que sólo se han desenterrado los huesos, sin que haya objetos cercanos.
“Sabemos que debe ser siglo XVII o XVIII, por el contexto en el que se encontraron, su ubicación, pero tiene que constatarse con las pruebas que se hacen en laboratorio”, precisó.
Agregó que todas las osamentas estaban en una misma ubicación, con la cabeza hacia el poniente, mirando hacia el oriente.
Las primeras osamentas fueron localizadas hace dos semanas por personal del municipio cuando realizaba obras de drenaje en la zona, quienes al descubrir los restos óseos dieron parte a las autoridades.
En un inicio se localizaron dos esqueletos, para luego hallar otro, y posteriormente otros dos, para sumar cinco en total, situación que el mismo Manuel Naredo había adelantado, pues no es una situación rara que en estos edificios que fueron usados como hospitales se localicen restos humanos.
La limpieza de los restos se dificulta por la humedad del suelo, pues ello hace aún más frágiles las piezas rescatadas, que podrían ser trasladadas posteriormente al Centro INAH para continuar con su estudio.