La evolución tecnológica y la forma en que hoy se ve y se informa constituyen un cambio de paradigma semejante al del siglo XII con el movimiento renacentista. De ese tamaño es el salto que ha significado en la vida de la humanidad la introducción de nuevas formas de periodismo.
Así, Juan Villoro comenzó su ponencia en la mesa de trabajo que Fernando Savater “¿Los periódicos han muerto? ¡Viva el periodismo!”. Y es que diversas voces afirman que la tendencia mundial apunta a la desaparición de los medios impresos.
¿Es un fin de ciclo? sí. Es el fin de un era y, sin embargo, aún no sabemos a dónde vamos “Estamos en un cambio de paradigma que no se había vivido desde el siglo XXII”.
“El periodismo no puede desaparecer jamás, porque siempre habrá historias que contar; historias que sirven para soportar el destino del mundo. Es el periodismo la coherencia a través del relato de cada uno de esos días”.
Periodismo de necesidad y de tentación. Con el surgimiento de las tecnologías y nuevas formas de fomentar la noticia, sin que necesariamente sea a través de profesionales, se está creando un periodismo de necesidad, para intereses específicos.
“Pero también existe el periodismo de tentación, que es el que permite el periódico, el objeto tangible de la noticia, de la lectura; ése con el que el lector se entera también de aquello que no busca”.
Es, en la analogía, como acudir a una librería, en la que se descubren títulos que antes de esa visita el lector no conocía y que, por tanto, le amplía las posibilidades de lectura.
Lo mismo sucede con un periódico que, como se ha dicho, tiene un futuro incierto. No puede dejarse de lado el ejercicio periodístico.
“El acontecer está ocurriendo a la par de los hechos, ha cambiado la relación que tenemos con el tiempo y el espacio; estamos ante un fenómeno que nos envuelve en una atmósfera, que nos dan datos y nos ha alejado del mundo tangible”.
“El periódico es un cambio cognitivo, hoy enfrentamos una marea de información; es una destreza diferente para buscar lo que necesitas. La sobrecarga de datos nos puede llevar a un corto circuito, porque ya no sólo es el peso del presente, es también el peso de los datos”.
A la generación del siglo XXI la define como una nueva generación de bárbaros, en donde aún no se alcanza a discernir ni comprender la información ante la falta de análisis.
“El peso del presente nos exige otro tipo de periodismo. La cantidad total de seres humanos vivos será por primera vez mayor que todas las personas que pasaron antes. Esto exige una responsabilidad ética diferente. Hay un periodismo de necesidad, de conocer datos y podríamos hablar de periodismo de tentación. La perdurabilidad del periodismo depende de cómo se ejerce”.