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El Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF), encabezado por Sandra Albarrán de Calzada, se concentra, en los dos últimos años de gobierno, en acciones para consolidar los programas existentes que promueven valores, así como velar por el desarrollo social de las familias y los derechos de los niños.
En entrevista para EL UNIVERSAL Querétaro, Sandra Albarrán aseguró que el mayor compromiso del gobierno encabezado por su esposo, José Calzada Rovirosa, es mejorar la calidad de vida de las familias queretanas, y en este sentido, el DIF aporta su trabajo por medio de dos pilares: los apoyos que a diario se entregan para personas y sectores vulnerables de la población, y programas que impulsan la autonomía de los ciudadanos y comunidades en situación vulnerable.
Entre sus metas, destaca la presidenta del DIF, está incrementar el número de aulas-cocina, que brinden alimentos nutritivos a los niños en condiciones de vulnerabilidad, así como la construcción de un Centro de Rehabilitación que atienda a las personas que viven en la Sierra Gorda, para evitar que se trasladen a la ciudad.
“Tenemos muchos pendientes todavía. El Centro de Rehabilitación que estará en Cadereyta, y precisamente lo que queremos es acercar los servicios, darle la prioridad y atención que se merecen. Por otro lado, tenemos una Casa de Adulto Mayor en Amealco que construiremos para dejar 18 Centros de Día en todos los municipios(…) Atención de todo tipo y digna. Al inicio de la administración nos faltaban cuatro y ésta es la última”, señaló.
Como programa principal de su gestión está Celebra la Vida, dirigido a la población en general, que promueve espacios de reflexión y autoayuda para una vida de valores que mejoren la convivencia familiar, escolar, laboral y de comunidad en beneficio de todos.
El programa arrancó con talleres y pláticas abiertas al público en general y que proporcionarán herramientas para que tome un nuevo sentido en su vida.
En una segunda etapa, Celebra la Vida implementó el programa Educando con Valores que lleva talleres a las escuelas primarias públicas, particularmente para los 107 mil alumnos que cursan del primero al tercer grado.
“Lo más quisiera dejar sembrado, un día después de que nos vayamos, es la semilla de que todos fuimos conscientes de que la responsabilidad de nuestra vida misma depende de cada uno de nosotros. El tema de Celebra la Vida es uno de los proyectos donde más resultados he visto, reales. Que más satisfacciones nos ha dado. Si las mujeres estamos bien, está bien la sociedad”, afirmó.
En Casa Ecala, donde se encuentran las oficinas que ella dirige, destacó que otro programa a consolidarse es Solución-es Leche, el cual arrancó en 2011 con la repartición de 14 mil leches por día, en nueve municipios, principalmente de la zona serrana, del Semidesierto y región indígena.
A la fecha se reparten más de 26 mil bricks o cuartos de leche, diariamente, en el estado.
“A dos años de terminar tenemos prisa en consolidar lo que hemos desarrollado. Lo traducía yo como si fuera un maratón, es la última etapa, que tenemos que echarle muchas fuerzas, ánimo y disciplina para tener los resultados que queremos. Siempre nos va a faltar tiempo para haber querido hacer más, abarcar más temas. Creo que estoy satisfecha con lo que se ha logrado”.
También, el 8 de febrero del 2010, el Sistema Estatal DIF puso en marcha el programa TSUNI como una herramienta de apoyo para que niñas de comunidades indígenas de Querétaro puedan continuar sus estudios.
En otomí, la palabra TSUNI significa “padrino” o “protector”, de ahí que funcionarios públicos del Poder Ejecutivo realizan una aportación mensual voluntaria que sirve como base para otorgar una beca bimestral para mil 200 niñas y jóvenes que cursan la educación primaria, secundaria o el bachillerato.
La próxima semana el proyecto MäKA presentará la línea de ropa diseñada por diseñadores reconocidos que fusionan su talento con el trabajo de artesanos queretanos para crear piezas contemporáneas.
MäKA trabajaba con 40 artesanas de zonas indígenas de tres municipios.
