La mayoría de los problemas de violencia que se presentan en la delegación de Santa Rosa Jáuregui, radican en el desinterés de padres hacia sus hijos, y en violencia dentro de ese núcleo, así lo afirmó el delegado de dicha zona, Manuel Santana García.
Explicó que ha identificado que muchos de los jóvenes que se dedican al pandillerismo —que resulta el conflicto de seguridad más grave de la delegación—, provienen de familias desintegradas.
Por ello, dijo, se ha propuesto acercarse a los jóvenes, quienes han externado sus inquietudes, y también se ha tratado el tema con los padres de familia para estrechar las relaciones.
“Nosotros platicamos con los jóvenes, luego platicamos con los padres, luego nos juntamos porque mucho de ésto viene de la casa, del descuido, de la desatención y de la violencia que en la misma casa se da”, aseguró Manuel Santana García.
Asimismo, se cuenta con rondines constantes de la Secretaría de Seguridad Pública municipal (SSPM), según informes del delegado, quienes también están buscando un acercamiento para que el problema se erradique de forma integral.
De las pandillas que se tenían detectadas—alrededor de ocho—, dos ya fueron erradicadas en las comunidades de Puerto de Aguirre y La Cruz, lo que indica que “las estrategias están funcionando”.
Sin embargo se detecta un crecimiento de la violencia en la delegación Ignacio Pérez y Carranza; ya se tiene identificada otra banda que no se distingue aún con nombre.
“Crecieron grupos por Ignacio Pérez y Carranza, y otro que no tiene denominación, todos se juntan ahí”, dijo el delegado.
El problema de pandillerismo, según autoridades del municipio, creció por el abandono que se tuvo en la zona durante muchos años, donde la situación se desatendió cuando era más oportuno enfrentarla, pero ahora se busca resarcir los daños.
“Después del abandono tan grande que se tuvo en esta materia, estamos ocupados en el tema”, aseguró Santana García.