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A pesar de que el municipio de Querétaro ordena la fumigación de todas las áreas “comunes” del mercado Mariano Escobedo, existen locatarios que desde hace 10 años no desinfectan sus propios establecimientos comerciales, por lo que la presencia de insectos como chimenes, cucarachas y ratas proliferan en la zona.
María Graciela Peñaloza, dedicada desde hace 22 años a la venta de semillas y productos de abarrotes en el mercado Escobedo, reconoce —en entrevista para EL UNIVERSAL Querétaro— que hay locatarios que nunca han fumigado su local.
La presencia de insectos y roedores es común en los establecimientos dedicados a la venta de comestibles, frutas y verduras, pero especialmente los de semillas y granos.
“Nosotros somos los más afectados, porque justamente vendemos las semillas, que es lo que buscan estos animalitos. Mi esposo y yo les ponemos algunas trampas y veneno para atacarlos, pero sobre todo en época de calor salen muchísimos (…) De nada sirve que sólo algunos fumiguemos o pongamos veneno, si hay compañeros que desde hace 10 años no hacen nada, otros nunca lo han hecho, ni lo harán”, aceptó la locataria.
En el mercado Mariano Escobedo hay un total de 897 locatarios, de los cuales al menos 20% se dedican a la venta de semillas y granos.
En la actualidad, la administración que encabeza Pascual Oviedo tiene contratados los servicios de la empresa Alta Calidad de Fumigación S.A. de CV., que de manera mensual emite certificados de fumigación que avalan que en todas las áreas “comunes” del mercado se combaten sólo plagas de alacranes, cucarachas, hormigas y moscas.
Los plaguicidas que utiliza la empresa Alta Calidad de Fumigación S.A. de CV., para fumigar el Mercado Escobedo son: “warfarima” y “piretroides”, ambos cuentan con los registros que otorgan las autoridades de salubridad correspondientes.
No obstante el trabajo de fumigación que realiza, la empresa contratada sólo la hace en “áreas comunes” del mercado, como son: el área de compactado, de bodegas, baños y pasillos.
La fumigación y el combate de plagas —sobre todo de ratones y ratas— al interior de los locales comerciales, es responsabilidad de los propios locatarios.
