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“No hemos parado de buscar a Rosario, son muchas las versiones sobre su desaparición, hemos ido hasta donde los rumores nos han indicado y no vamos a descansar”, aseguró María Guadalupe Vega Sánchez, mamá de la menor desaparecida el 2 de mayo, junto con Ximena Uribe.
María Guadalupe es acompañada por su cuñada, Reyna Reséndiz, ambas han recorrido varios puntos del estado para dar con Rosario. La tarde de este miércoles les llegó otro rumor, que las menores habían sido vistas en la zona oriente del municipio de San Juan del Río, de nueva cuenta emprendieron la búsqueda junto con agentes ministeriales pero los resultados fueron desalentadores.
Ha pasado más de una semana desde que las dos adolescentes de 14 años fueron vistas por última vez en San Juan del Río y las versiones sobre su paradero cambian como el estado de ánimo de los familiares; pero no hay tiempo para flaquezas, María Guadalupe lo sabe y ha solicitado permiso en su trabajo para dejar de acudir y dedicarse a la búsqueda las 24 horas de cada día.
La madre de Rosario sigue sin entender por qué a la fecha no se ha activado la Alerta Amber, no conoce exactamente los criterios que se aplican para iniciar este protocolo de búsqueda nacional; sólo le queda seguir buscando, pegando volantes con la foto de su hija, a la que se ha anexado la de Ximena Uribe Sánchez, se tiene certeza de que las dos fueron vistas juntas el 2 de mayo.
Tequisquiapan, Amealco, Pedro Escobedo, Huichapan, Hidalgo, son los municipios en los que la mamá de Rosario ha distribuido volantes en busca de la menor, que asegura no solía frecuentar a muchos amigos y salía poco de su casa. El domingo anterior a la desaparición, madre e hija acudieron a Amealco y a Rosario se le veía contenta, refiere Guadalupe.
Rosario padece afecciones del corazón y de los riñones, pero su estado de ánimo nunca decayó por esta causa, aseguró su madre, para quien la desaparición de la menor fue una amarga sorpresa.
Compañeros de las menores, estudiantes de la secundaria Roberto Ruiz Obregón, proporcionan versiones diferentes y esto complica la búsqueda; autoridades ministeriales han interrogado a docentes y personas cercanas a las adolescentes, sin dar con ellas hasta el momento.
Ellas están bien, no les falta alimento. A María Guadalupe le causa extrañeza la actitud de una compañera de Rosario y Ximena, quien en dos ocasiones le ha referido que las menores se encuentran bien, pero no proporciona más información, ni a ella ni a las autoridades.
“Karen se llama, me ha dicho que ellas están bien, que están en una casa de San Juan y que no les falta alimento y le he rogado que me diga si sabe algo de mi hija pero es inútil, sólo me dice que está bien”, explica.
Otros compañeros refirieron que tenían planes de abandonar sus casas, otros más comentaron que había partido a Acámbaro, Michoacán, pero autoridades ministeriales no tienen pruebas que confirmen esta última versión; videos obtenidos de la terminal de autobuses descartan que dos menores hayan tomado algún camión hacia dicha entidad.
El reciente cambio de salón la incomodó, pero acató la decisión de la escuela; en el tercer grado grupo “J” fue donde Ximena y Rosario se conocieron y entablaron una incipiente amistad, aunque poco hablaba de sus amistadas, dice su madre.
Advierte que su hija no usaba celular y usaba con poca frecuencia las redes sociales, así que pistas de su paradero son limitadas.